Florida y Pensilvania jugarán un papel importante en la reelección de Donald Trump
El mandatario tiene varios caminos hacia la victoria, los de mayores probabilidades dependen de ganar estos dos estados cruciales
El presidente Donald Trump aún tiene posibilidades de conseguir los 270 votos que necesita en el Colegio Electoral para ganar su reelección, pero esto requiere —por segunda vez— que todo se vuelque a su favor.
Los votantes indecisos en los estados más disputados tendrían que volcarse abrumadoramente a su favor. Tendría que ganar en sectores cruciales. Adicionalmente, sus llamados para que la gente vote deberán superar drásticamente a los del demócrata Joe Biden en un año excepcionalmente turbulento.
“En 2016, sus probabilidades de ganar la elección eran equivalentes a la de obtener una escalera en el póquer. La pregunta este año es si puede obtener una escalera en dos manos seguidas”, dijo Whit Ayres, veterano encuestador republicano. “Teóricamente es posible, pero en la práctica, difícil”.
Aunque Trump tiene varios caminos hacia la victoria, los de mayores probabilidades dependen de ganar dos estados disputados cruciales: Florida y Pensilvania. Si gana los dos y conserva dos de los que ganó por estrecho margen en 2016 —Carolina del Norte y Arizona— mientras defiende Georgia y Ohio, ganará. Estos dos últimos los ganó por margen amplio en 2016, pero Biden está estrechando la diferencia.
El equipo de campaña de Trump sigue invirtiendo tiempo y dinero en Wisconsin y Michigan, dos antiguos baluartes demócratas que ganó por estrechísimo margen hace cuatro años, mientras trata de defender Iowa y el segundo distrito legislativo de Maine y capturar Nevada y Minnesota, donde se impuso Hillary Clinton, su rival en 2016.
La campaña de Trump apunta otros factores a su favor. Han invertido durante años en una poderosa operación para llegar a los votantes y tienen 2,5 millones de voluntarios que llaman a millones de puertas cada semana. Han visto aumentos de los padrones republicanos en varios estados clave. Adicionalmente, los partidarios de Trump son más entusiastas que los demócratas por Biden, impulsados sobre todo por su odio al presidente.
“Nos sentimos más optimistas sobre nuestro camino a la victoria ahora que en cualquier otro momento de la campaña”, dijo el jefe de campaña de Trump, Bill Stepien, en conferencia telefónica esta semana. “Y este optimismo se basa en números y datos, no en sensaciones ni sentimientos”.
Sin embargo, las encuestas muestran a Trump retrasado o empatado en casi todos los estados que necesita ganar para alcanzar la cifra de 270 votos electorales. Descartado un trastorno mayúsculo, debe ganar al menos uno de los tres estados industriales que ganó en 2016: Pensilvania, Wisconsin o Michigan, dijo Paul Maslin, un encuestador demócrata en Wisconsin.
“No veo otro camino para que Trump gane”, dijo.