Así es como se vivió el eclipse total de sol en México en 1991
Durante la década de los noventa, el Sol y la Luna se habían cruzado en el cielo; pero fue hasta que un fenómeno astronómico pintó de negro el cielo y causó temor entre la población
El 11 de julio de 1991, habitantes de al menos 20 entidades de la República Mexicana pudieron presenciar un eclipse solar después de semanas de que este generó una gran expectativa en la comunidad científica internacional.
De acuerdo con medios de comunicación de aquella época, el cielo se pintó de negro; pues se trató de una franja de oscuridad de una extensión de 2.000 kilómetros de longitud por 250 kilómetros de ancho.
El evento ocurrió alrededor mediodía y fueron siete minutos, en los que el país azteca se oscureció por completo. Los estados norteños disfrutaron la experiencia 15 minutos antes; y en el sur, más de una hora después.
La falta de información era tal que, gran parte de la población mexicana, desató una ola de pánico. Algunos aseguraron que podrían perder la vista; otros más auguraron que habría comportamientos extraños en la naturaleza. Nada de eso ocurrió. Fue así que las autoridades emprendieron una campaña para disipar algunas de las dudas infundadas.
De acuerdo con el diario El Universal, más de 800 millones de personas pudieron observar el eclipse, al ser considerado el evento más relevante del siglo XX. A pesar de lo espectacular del fenómeno, en México ya se habían presenciado 59 sucesos similares.
El mismo rotativo explicó en su portada aquel 11 de julio, que el entonces Distrito Federal –hoy Ciudad de México– hizo un paro de labores desde las 12:10 a las 14:00 horas; y entre las principales fotografías que mostró fueron las del entonces presidente de México, Carlos Salinas, utilizando un filtro en la ciudad de Temixco, en Morelos.
Algunas otras instantáneas mostraban a personas poniendo filtros de sol a sus mascotas, para que evitaran ver hacia el cielo. En fotografías adicionales, El Universal mostró a científicos del Instituto de Investigaciones de la Energía Solar brindando explicaciones a la población y las autoridades en general.
En aquellos años, el Gobierno de México autorizó a 20 empresas para que comercializaran filtros para poder apreciar este fenómeno; al final, científicos aseguraron que ninguno de los que se ofertó era “completamente seguro”.
Durante el eclipse solar, la Cruz Roja contó con 2.000 médicos y 1.500 ambulancias para cualquier emergencia surgida tras el evento astronómico.