Coronavirus: Ecuador espera recibir vacunas en marzo o abril de 2021
El ministro de salud, Juan Carlos Zeballos, indicó que ha negociado con los laboratorios AstraZeneca y Pfizer la compra de las vacunas para el país
Ecuador espera recibir las vacunas contra el COVID-19 entre marzo y abril del próximo año y ha adelantado gestiones con laboratorios como AstraZeneca y Pfizer, dijo el lunes el ministro de Salud.
En declaraciones a la red de televisión Teleamazonas, el ministro Juan Carlos Zeballos sostuvo que “tenemos acercamientos y hemos tenido cartas de promesa... para que nos suplan la vacuna. Aquí tengo que ser muy preciso, nosotros queremos una vacuna que llegue a tiempo y a precios razonables para el país, no creo que esto venga antes de marzo o abril del próximo año”.
Zevallos pidió a los ecuatorianos que no relajen las medidas de precaución “porque hay cinco meses más que esto va a continuar en las mismas condiciones”.
De acuerdo con las cifras del gobierno, el 30% de las camas destinadas a la hospitalización de pacientes con COVID-19 están ocupadas así como el 63% de las camas de cuidados intensivos para esos enfermos. En Pichincha, la provincia más afectada y cuya capital es Quito, hay una ocupación del 60% de las camas y del 94% de las de cuidados intensivos.
“La curva va disminuyendo indudablemente, las tres ciudades que más se afectan, porque es más difícil controlar, son Quito, Guayaquil y Cuenca, pero a nivel de país la curva de contagios va disminuyendo... hasta que haya la vacuna los casos van a ir aumentando”, aseveró Zeballos.
Consultado por los casos de reinfección entre los ecuatorianos, añadió que son esporádicos y muy leves por lo que no constituyen una preocupación para la gestión de la salud pública.
En siete meses de pandemia Ecuador ha registrado 153,289 contagios y 12,387 fallecidos por el coronavirus, según el Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins.
Entre marzo y abril la ciudad portuaria de Guayaquil registró escenas dantescas con cadáveres abandonados durante varios días en calles y casas, en medio de un sofocante calor, debido a que las autoridades y servicios funerarios no daban abasto para recogerlos.