Adiós al improvisado estanque de peces de colores bajo un hidrante contra incendios en Brooklyn
Un estanque improvisado que apareció en el verano bajo un hidrante contra incendios con fugas en el distrito neoyorquino de Brooklyn ha sido pavimentado, para consternación de los vecinos, que habían convertido la zona en un lugar de reunión y un santuario para peces de colores.
El Departamento de Protección Ambiental de la ciudad advirtió desde hace tiempo que el hidrante que goteaba era un riesgo para la seguridad. El viernes por la mañana, trabajadores rellenaron de tierra la zona donde antes se encontraba el charco. Cinta amarilla acordonaba una zona de hormigón recién vertido alrededor de la boca de incendios reparada, dándole un aspecto de ser la escena de crimen más pequeña en la historia de la ciudad.
“Dios mío”, dijo Sofía Talavera, de 24 años, llevándose las manos a la cabeza mientras contemplaba el lugar. “La gente invirtió su tiempo y dinero para embellecerlo. Literalmente, la comunidad se unió para ello”.
El así llamado Acuario de Bed-Stuy, que tomaba su nombre del barrio Bedford-Stuyvesant que lo circundaba en Brooklyn, se formó cuando la fuga de agua del hidrante creó el estanque poco profundo junto al alcorque de un árbol en una calle residencial, y los residentes lo llenaron con peces de colores que compraron en una tienda.
El estanque fue polémico desde el principio. Algunos de los peces fueron “rescatados” durante el verano por personas preocupadas por su bienestar. Eso enfureció a otras, que dijeron que los peces estaban bien, repoblaron el estanque y comenzaron a vigilar el lugar.
Luego de que el estanque atrajera la atención de los medios de comunicación y algunas donaciones, los organizadores agregaron más elementos, entre ellos señalización, decoración y asientos. En un cartel diseñado para que pareciera una placa oficial del Departamento de Parques se leía “Acuario Bedstuy”, y un poste de teléfono fue pintado con peces de colores del tamaño de la palma de una mano sobre un fondo azul.
Los turistas podían encontrar fácilmente el estanque buscándolo en Google Maps. Dos visitantes de California que acudieron al lugar el viernes por la mañana dijeron que habían planeado enviar una foto a unos amigos de Los Ángeles que desde allá se habían obsesionado con el estanque.
“Ahora tenemos que darles la noticia”, dijo Adam Aguilar, artista visual. Su amigo colocó un ramo de flores junto a dos velas parpadeantes en un monumento conmemorativo improvisado.
Siempre pareció inevitable que a la larga habría que retirar a los peces. El Departamento de Bomberos necesita que los hidrantes estén en buen estado. Se avecinaba el invierno.
Funcionarios de los bomberos repararon la boca contra incendios el martes.