Cuidadora de zoológico “todavía ama” al caimán que casi le arranca la mano
“[El caimán] solo estaba pasando un mal día”, dice el dueño del santuario de Utah
Una adiestradora de animales estadounidense que casi pierde la mano tras ser mordida por un caimán durante una fiesta infantil que salió terriblemente mal, ha dicho que sigue queriendo a la criatura responsable y que luchará por mantenerla en el santuario donde trabaja.
Lindsay Bull escapó por poco cuando Darth Gator, un caimán de 11 años y dos metros y medio de largo, le mordió la muñeca mientras le daba de comer en Scales and Tails Utah, en West Valley City, el sábado, arrastrándola a su tanque y provocando que un heroico invitado del parque saltara al agua, luchara con la bestia y la salvara ante un público de niños aterrorizados.
“Vamos a luchar todo lo que podamos para mantenerlo. Mientras esté a nuestro cuidado y sea nuestra elección, no va a tener consecuencias. Sólo estaba haciendo lo que hace un animal”, dijo Bull a Deseret News tras ser dada de alta de un hospital local donde fue recibió tratamiento por incisiones, un tendón dañado y múltiples fracturas, incluyendo una muñeca y un pulgar rotos.
Negando que sintiera ningún resentimiento hacia su agresor, Bull indicó en cambio: “Le quiero. Es como un miembro de mi familia. Eso es cierto para todos los que trabajan allí. Todo el mundo quiere a Darth”.
“Lo que pasó es que él sabía que estaba por recibir comida, le tocaron la cara y mordió”, comentó. “Hasta donde él sabía, era un trozo de pollo, así que lo agarró”.
En otra entrevista con Fox News, Bull se mostró loablemente fría sobre su traumática experiencia: “Era una rutina de entrenamiento normal, algo que he hecho un montón de veces. Pero al trabajar con animales así, uno acepta que algo puede salir mal y probablemente sí saldrá mal”.
Desde entonces ha compartido fotos de sus heridas con el sitio de noticias de celebridades TMZ antes de que su mano herida fuera colocada en un yeso, revelando también que ha estado en contacto con miembros del público que fueron testigos de su terrible experiencia para tranquilizarlos.
“Tuve suerte de aterrizar en un hospital que emplea al que debe ser el mejor cirujano ortopédico de Utah”, escribió Bull en Facebook. “Él fue capaz de improvisar y llegar a una solución que debería resultar en el uso completo de mi mano. “Definitivamente, quiero dar las gracias a todos los que han tendido la mano y por hacerlo también; ¡ha hecho que la recuperación sea mucho más llevadera!”.
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Tras la viralización de la historia esta semana, se ha elogiado a Donnie Wiseman, el hombre de 48 años de Salt Lake City que saltó sin miedo sobre el animal para inmovilizarlo después de que éste arrastrara a Bull a su recinto.
En un vídeo muy difundido, grabado por su mujer, Theresa Wiseman, se ve al visitante saltar y obedecer las instrucciones de la cuidadora de Darth para subirse encima de él mientras le sujetaba la cabeza con las piernas.
Tras ser inmovilizado, el caimán deja de agitarse, lo que permite a Bull retirar la mano de sus fauces y ser sacada del agua por otro invitado, Todd Christopher, cuya esposa Amy le prestó los primeros auxilios en el lugar.
“Me quedé pensando: ¿Qué hago? ¿Qué tengo que hacer? Y me puse sobre él, como en todas las películas y documentales que he visto”, dijo posteriormente Wiseman a The Gephardt Daily.
“Estoy tan contenta de haber estado allí para ayudar a esa chica, porque estaba en problemas. Pero ella es la verdadera heroína, estaba tan bien entrenada en lo que tenía que hacer, y fue tan profesional”.
El santuario ha expresado desde entonces su gratitud a los salvadores de Bull en un post en Facebook, escribiendo: “Queremos enviar un enorme saludo a Donnie Wiseman y a Todd y Amy Christopher. Queremos darles las gracias por su heroísmo”.
“Uno de nuestros cuidadores de caimanes fue mordido por nuestro gran caimán y las cosas se pusieron feas. Estos caballeros podrían haberse quedado en la zona de seguridad, como haríamos la mayoría de nosotros, pero en lugar de ello se lanzaron a la situación, por voluntad propia, y ayudaron a asegurar al caimán”.
La atención se centra ahora en el futuro de Darth Gator, después de que se presentara un informe sobre el incidente ante la División de Recursos de la Vida Silvestre de Utah, que podría hacer que el propietario del establecimiento, Shane Richins, pierda su permiso, y el grupo de defensa de los derechos de los animales PETA está entre los que piden que se cierre su negocio.
“No es un permiso fácil de conseguir”, afirmó Richins a Deseret News. “Esperamos que no rescindan nuestro permiso después de esto”.
Explicó que había adquirido el reptil en una granja de caimanes de Florida cuando era una cría y que había salvado a Darth de un destino sombrío: “Su destino era la piel”.
“Sé que mientras lo tengamos, está a salvo”, aseguró Richins. “Sólo estaba pasando un mal día. No se le va a culpar por ser un caimán, por eso nunca haríamos nada para dañarlo”.
Añadió que Bull le ha dicho que está ansiosa por volver al trabajo en cuanto pueda: “Ella nunca me perdonaría si le hiciera algo a ese caimán. Está enamorada de ese caimán”.
Curiosamente, un segundo caimán con el mismo nombre también ha sido noticia este mes, ya que se escapó de su tanque en el Zoológico de Reptiles de Fountain Valley, California, y se ha convertido en una estrella en TikTok después de que se filmaran sus travesuras.