Biden: Políticas republicanas dan dominio económico a China

El presidente Joe Biden dijo el martes que las ideas de los republicanos para reducir el presupuesto podrían socavar la manufactura estadounidense y ayudar a China a dominar la economía mundial.

Hablando en una fábrica de semiconductores en Carolina del Norte para destacar sus propias políticas, Biden intenta moldear el sentimiento público mientras se enfrenta con el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin MacCarthy, sobre si el gobierno federal debe aumentar su capacidad legal de endeudamiento.

McCarthy envió una carta el martes que dice que deben iniciar las conversaciones sobre posibles recortes de gastos a cambio del aumento en el límite de deuda. Biden ha dicho que los republicanos deben presentar su propio plan presupuestario antes de que inicien las negociaciones. Sin un acuerdo, el gobierno federal podría caer en impago de sus obligaciones financieras.

El presidente intentó aumentar la presión el martes al decir que las exigencias del Partido Republicano para el presupuesto sólo darían poder a China, un rival geopolítico clave del país. Ser duro con China ha sido parte clave de la identidad del expresidente Donald Trump, quien intenta regresar a la Casa Blanca en 2024, y de su movimiento “Hagamos grande a Estados Unidos otra vez” (MAGA, por sus siglas en inglés). Biden dijo que las objeciones a sus políticas solamente fortalecerán a China.

“Significaría ceder el futuro de la innovación y la tecnología a China”, dijo Biden a los reunidos. “Les tengo noticias a ustedes y a los republicanos MAGA en el Congreso: no sucederá bajo mi supervisión. No les permitiré deshacer todo el progreso que hemos logrado”.

Biden viajó a Wolfspeed después de que la empresa basada en Durham anunció en septiembre planes para construir una instalación de manufactura de 5.000 millones de dólares en el condado Chatham que se espera genere 1.800 empleos nuevos. Biden obtuvo la aprobación en julio pasado para un paquete legislativo con un valor de 280.000 de dólares conocido como la ley CHIPS, cuya intención era apuntalar la industria de semiconductores y la investigación científica en Estados Unidos.