Condado clave sopesará formalmente separarse de California
Uno de los condados más grandes de California sopesará formalmente si se separa y establece un estado nuevo, un movimiento en gran medida simbólico impulsado por el estrés económico y la frustración ante el gobierno estatal
Las elecciones de noviembre pasado mostraron cómo los californianos continuaron apoyando a líderes progresistas, pero los votantes en uno de los condados más poblados del estado están tan frustrados con esta dirección política que votaron para considerar formar su propio estado.
El condado de San Bernardino —hogar de 2,2 millones de personas—aprobó por un margen estrecho la propuesta en la papeleta de votación. Con ello, los funcionarios locales recibieron el mandato de estudiar la posibilidad de una secesión. El estrecho margen de victoria es la señal más reciente de tensión política y angustia económica en California.
Este intento para crear un nuevo estado —que sería el primero desde Hawai, en 1959— es en realidad una posibilidad remota para este condado al este de Los Ángeles que ha sufrido fuertes aumentos en el costo de vida. Una secesión dependería del visto bueno de la Legislatura y el Congreso de California, lo que es muy poco probable.
Aun así, es significativo que el voto provenga de un condado racial y étnicamente diverso que es políticamente mixto, el quinto más poblado del estado y el más grande de la nación por área. Los 51.800 kilómetros cuadrados de San Bernardino (20.000 millas cuadradas) tienen más tierra que nueve estados del país.
Los votos hablan de la alienación que algunos votantes sienten frente a una legislatura dominada desde hace mucho por los demócratas, quienes han avanzado poco respecto a la creciente crisis de las personas sin hogar, los altos costos de vivienda y el aumento de las tasas de delincuencia, mientras que los residentes pagan unos de los impuestos más altos del país.
Hay “mucha frustración en general” con el gobierno estatal y cómo se gastan los dólares públicos y lo poco que llega al condado, explica Curt Hagman, presidente de la Junta de Supervisores que insertó la propuesta en la papeleta. El condado considerará si miles de millones de dólares en fondos estatales y federales se compartieron de manera justa con los gobiernos locales del llamado “Inland Empire” (“Imperio interior”).
Desde la inflación récord hasta la fricción sobre las políticas del estado frente a la pandemia de COVID-19, “han sido unos años difíciles” para los residentes, agrega Hagman.
Kristin Washington, delegada del Partido Demócrata para el condado de San Bernardino, desestimó la medida como una maniobra política para atraer a los votantes conservadores, en lugar de un barómetro del estado de ánimo popular.
“Ponerlo en una papeleta de votación fue una pérdida de tiempo para los votantes”, añade. “La opción real de una secesión del estado ni siquiera es algo realista debido a todos los pasos que de verdad deben tomarse”.
En el condado de San Bernardino, los votantes demócratas superan ahora en número a los republicanos por 12 puntos porcentuales. Aun así, en noviembre, el gobernador demócrata Gavin Newsom perdió en el condado por 5 puntos. Derrotó fácilmente el año pasado un intento, impulsado por la oposición, de someterlo a un proceso para revocarle el mandato y destituirlo del cargo por sus órdenes sanitarias por la pandemia, que cerraron escuelas y empresas. California fue uno de los primeros estados en cerrar las escuelas y recurrir a la enseñanza en línea, y también entre los últimos en los que los estudiantes regresaron a las clases presenciales.
Los demócratas dominan la legislatura de California y la delegación ante el Congreso federal, y el estado es conocido como una incubadora de política centroizquierdista sobre el clima, la atención médica, los asuntos laborales y la inmigración, por lo que el voto a favor de la secesión podría verse en parte como una reacción contra las prioridades del estado. Aunque alguna vez fue terreno republicano sólido, con el reciente crecimiento de la población el condado de San Bernardino se ha vuelto más diverso y demócrata, al igual que los condados de San Diego y Orange.