Crecen las tensiones en UCLA ante orden policial de dispersar a manifestantes propalestinos
Policías con equipo antimotines se congregaron el miércoles por la noche en el campus de la UCLA y ordenaron a un gran grupo de manifestantes propalestinos en un campamento fortificado que abandonaran la zona bajo amenaza de detención, la noche siguiente de que se produjeran incidentes violentos instigados por manifestantes contrarios en el mismo lugar.
Una pequeña ciudad había surgido entre las barricadas del campamento, que reunía a cientos de personas y carpas en una explanada del campus. Algunos manifestantes ofrecieron oraciones musulmanas cuando se ponía el sol sobre el campus, mientras otros coreaban “no nos moverán” o se pasaban gafas de protección y máscaras quirúrgicas. Llevaban cascos y pañuelos en la cabeza, y hablaban sobre las mejores formas de gestionar el gas lacrimógeno mientras alguien cantaba en un megáfono.
Unos pocos construían escudos caseros con contrachapado por si chocaban con la policía, que formaba líneas en otra parte del campus. “Para balas de goma, ¿quién quiere un escudo?”, preguntaba un manifestante.
Entre tanto, una gran multitud de estudiantes, antiguos alumnos y vecinos se reunieron en las escaleras del campus ante las carpas, sentados mientras escuchaban y aplaudían a varios oradores y se sumaban a los cánticos propalestinos. Un pequeño grupo de estudiantes con carteles y camisetas en apoyo a Israel al pueblo judío se manifestaba cerca.
La presencia policial y las advertencias continuadas eran un contraste respecto a las escenas de la noche anterior, cuando manifestantes contrarios atacaron el campamento propalestino, arrojaron conos de tráfico, rociaron gas lacrimógeno y arrancaron barreras. Los choques continuaron durante varias horas antes de que la policía interviniera, aunque no se hicieron detenciones. Al menos 15 manifestantes sufrieron lesiones, y la tibia respuesta de las autoridades fue criticada por líderes políticos, estudiantes musulmanes y grupos activistas.
Ray Wiliani, que vive cerca, dijo que había acudido a UCLA el miércoles por la tarde para apoyar a los manifestantes propalestinos.
“Debemos plantarnos”, dijo. “Ya basta”.
En otros lugares, la policía hizo detenciones en Nueva Hampshire y retiró carpas en el Dartmouth College, mientras que en Oregon llegaron agentes al campus de la Universidad Estatal de Portland mientras los responsables del centro intentaban poner fin a la ocupación de la biblioteca iniciada el lunes.
Las escenas caóticas en UCLA se produjeron unas horas después de que la policía de Nueva York irrumpiera el martes por la noche en un edificio ocupado por manifestantes contrarios a la guerra en la Universidad de Columbia, dispersando una protesta que había paralizado la facultad.
Un conteo de The Associated Press contabilizaba al menos 38 incidentes con detenciones en protestas en campus universitarios desde el 18 de abril en Estados Unidos. Más de 1.600 personas han sido detenidas en 30 escuelas.
El rector de la UCLA, Gene Block, afirmó en un comunicado que “un grupo de instigadores” se presentó en la noche anterior para “atacar con violencia” el campamento propalestino, pero no dio detalles sobre el grupo o por qué ni la universidad ni la policía universitaria habían intervenido antes.
“Independientemente de lo que uno piense sobre el campamento, este ataque contra nuestros estudiantes, profesores y miembros de la comunidad fue totalmente inaceptable”, dijo Block. “Ha sacudido nuestro campus hasta sus cimientos”.
Block prometió que la universidad llevará a cabo una investigación exhaustiva. Las autoridades no han aclarado si todos los manifestantes eran estudiantes.
El responsable de universidades de California, Michael Drake, ordenó una “auditoría independiente de los preparativos de la universidad, sus acciones y la respuesta de las fuerzas de seguridad”.
“La comunidad debe sentir que la policía los protege, no que permite que otros les hagan daño”, declaró Rebecca Husaini, jefa de despacho del Consejo de Asuntos Públicos Musulmanes, en una conferencia de prensa sobre los campus de Los Ángeles el miércoles por la tarde, en la que algunos alumnos musulmanes dieron detalles sobre lo ocurrido durante la noche.
Los oradores cuestionaron la versión de la universidad de que había 15 personas heridas y una hospitalizada, afirmando que el número de lesionados que fueron trasladados al hospital era mucho mayor. Un alumno dijo que tuvo que ir al hospital después de recibir un golpe en la cabeza con un objeto que blandía uno de los atacantes.
Varios de los estudiantes que hablaron en la conferencia de prensa dijeron que tuvieron que apoyarse unos a otros, y no depender de la policía, durante el ataque, y que muchos de los integrantes del campamento propalestino mantuvieron la calma y no se enfrentaron con el bando opuesto. UCLA canceló las clases del miércoles.
Los campamentos de protesta que exigen a las universidades que dejen de hacer negocios con Israel o con compañías que apoyan la guerra en Gaza se han extendido por los campus de todo el país, en un movimiento estudiantil que no se había visto este siglo. La respuesta policial ha sido similar a la de hace varias décadas en contra de movimientos mucho más grandes que protestaban contra la Guerra de Vietnam.
En Madison estalló una trifulca la madrugada el miércoles después de que policías con escudos retiraron todas las tiendas de campaña salvo una y empujaron a los manifestantes. Cuatro agentes resultaron heridos, incluido un patrullero estatal que recibió un golpe en la cabeza con una patineta, indicaron las autoridades. Cuatro personas fueron acusadas de agredir a las fuerzas de seguridad.
Todo esto ocurre durante un año electoral en Estados Unidos, lo que plantea dudas de si los votantes más jóvenes respaldarán el intento de reelección del presidente Joe Biden, considerando el firme apoyo que su gobierno ha dado a Israel.
En unos pocos casos, responsables universitarios y líderes de las protestas llegaron a acuerdos para limitar las interferencias con la vida del campus y las inminentes ceremonias de graduación.
Los administradores de la Universidad de Brown, en Rhode Island, aceptaron considerar una votación sobre desinvertir de Israel en octubre, aparentemente la primera universidad estadounidense que aceptaba una demanda de esa clase.
Las manifestaciones estudiantiles comenzaron en Columbia el 17 de abril para protestar contra la ofensiva israelí en Gaza, que siguió al letal ataque de Hamás contra el sur de Israel del 7 de octubre. Los milicianos mataron a 1.200 personas, la mayoría de ellos civiles, y tomaron unos 250 rehenes. Israel prometió erradicar a Hamás y ha matado a más de 34.000 palestinos en la Franja de Gaza, según el Ministerio de Salud local.
Israel y sus aliados han tachado las protestas estudiantiles de antisemitas, mientras que los críticos de Israel dicen que esas acusaciones se emplean para silenciar a la oposición. Aunque algunos manifestantes han sido grabados haciendo comentarios antisemitas, los organizadores de las protestas, algunos de los cuales son judíos, dicen que se trata de un movimiento pacífico para defender los derechos de los palestinos y denunciar la guerra.
Entre tanto, otros campamentos de protesta fueron despejados por la policía, lo que supuso detenciones, o se levantaron de forma voluntaria en universidades de todo el país, como el City College de Nueva York, la Universidad de Fordham en Nueva York, la Universidad Estatal de Portland en Oregon, la del Norte de Arizona en Flagstaff y la de Tulane en Nueva Orleans.
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Offenhartz y Frederick informaron desde Nueva York. Periodistas de Associated Press de todo el mundo contribuyeron a este despacho, incluidos John Antczak, Christopher L. Keller, Lisa Baumann, Cedar Attanasio, Jonathan Mattise, Stefanie Dazio, Jae C. Hong, Colleen Long, Karen Matthews, Sarah Brumfield, Carolyn Thompson, Philip Marcelo, Corey Williams y Felicia Fonseca.