Demuelen edificio de 22 niveles en Luisiana dañado por huracanes
Un edificio abandonado de 22 niveles en Lake Charles, Luisiana, —que alguna vez fue un icono de la ciudad y que se convirtió en un símbolo de la destrucción provocada por los huracanes Laura y Delta— fue demolido mediante una implosión el sábado, tras quedar vacío durante casi cuatro años.
La Torre Hertz se derrumbó en cuestión de segundos después que el equipo de demolición realizara una serie de explosiones en su interior. La torre cayó en medio de una gran nube de polvo, formando una pila de escombros de cinco niveles de alto.
El edificio, conocido antiguamente como Torre Capital One, había sido una característica dominante en el horizonte de la ciudad durante más de cuatro décadas. Sin embargo, tras una serie de huracanes que arrasaron el suroeste de Luisiana en 2020, el edificio se convirtió en un adefesio, con sus ventanas rotas y cubierto con lonas desgarradas.
Durante años, la propietaria del edificio, la empresa de bienes raíces Hertz Investment Group, con sede en Los Ángeles, prometió reparar la estructura una vez que llegara a un acuerdo en tribunales con Zurich, su aseguradora, reportó The Advocate. Se calcula que el costo de renovar el edificio era de 167 millones de dólares. Al final, las partes llegaron a un acuerdo por una cantidad no revelada.
La demolición fue financiada con 7 millones de dólares en fondos privados garantizados por la ciudad. Hertz sigue siendo propietaria del terreno y no se ha determinado cuál será el futuro del sitio, según la ciudad.
El alcalde de Lake Charles, Nic Hunter, describió la demolición del edificio como “agridulce”.
“Sé cuánto trató de trabajar la ciudad con varios grupos inmobiliarios para salvarlo, pero al final… resultó ser una tarea demasiado difícil”, dijo Hunter antes de la implosión. Él era el mandatario local durante los huracanes. “En este momento, estoy listo para una resolución. Han pasado cuatro años. Ha sido tiempo suficiente”.
Lake Charles, que se encuentra a orillas del río Calcasieu y está a dos horas en carretera desde Houston, cuenta con unos 80.000 habitantes. Si bien la ciudad es conocida por su gran cantidad de festivales, pantanos, casinos y su estilo cajún, el Weather Channel también la ha calificado como la “ciudad más castigada por el clima” de Estados Unidos.