Cómo un programa secreto de drones de EE. UU. en México ayudó a capturar a “El Chapo” y otros capos
Los drones proporcionaron información vital que condujo a la captura de El Chapo y de altos cargos del narcotráfico, según las autoridades
Según funcionarios estadounidenses y mexicanos, Estados Unidos está utilizando drones desarmados para vigilar a los cárteles de la droga dentro del territorio mexicano, Las operaciones altamente secretas ayudaron a las autoridades mexicanas a detener a importantes figuras del narcotráfico como el capo del cártel de Sinaloa Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Los vuelos, lanzados desde aeródromos dentro de México utilizando drones del Departamento de Seguridad Nacional y de la CIA, se han utilizado para buscar laboratorios remotos de fentanilo y rastrear los movimientos de figuras buscadas internacionalmente como Guzmán, dijeron los funcionarios a The Wall Street Journal.
Un avión no tripulado estadounidense Predator estaba en el aire asistiendo a México cuando El Chapo fue capturado en el balneario sinaloense de Mazatlán en 2014.
Después de que el narcotraficante escapara de una prisión mexicana de máxima seguridad por un túnel, los drones estadounidenses volvieron a surcar los cielos para dar caza a El Chapo y vigilaron sus movimientos durante semanas.
En vísperas de una operación de 2015 para recapturar al capo de Sinaloa, las autoridades cancelaron el plan tras enterarse de que el actor Sean Penn y la estrella de telenovelas mexicana Kate del Castillo planeaban reunirse con El Chapo para entrevistarlo y hablar sobre la posibilidad de hacer una película sobre su vida.
Para enero de 2016, se planeaba otro ataque para capturar a El Chapo en la ciudad de Los Mochis. El narcotraficante eludió en un principio su captura huyendo por un túnel secreto bajo una bañera en un piso franco y caminando después por una alcantarilla, pero fue detenido por un agente de policía.
El general Ricardo Trevilla, ministro de Defensa de México, dijo la semana pasada que la inteligencia estadounidense con drones ayudó en la captura del jefe de seguridad de Iván Archivaldo Guzmán, uno de los hijos de El Chapo. Los familiares han asumido el negocio de la droga de su padre mientras este se encuentra en una prisión federal estadounidense sentenciado a cadena perpetua.
Al parecer, las autoridades también han atribuido al programa de drones la ayuda para localizar a otro hijo del Chapo, Ovidio Guzmán, capturado en 2023 tras un intenso tiroteo entre fuerzas especiales mexicanas y soldados del cártel en un complejo fortificado al norte de Culiacán, la capital del estado de Sinaloa, base de operaciones del cártel.
Al parecer, los vuelos se vienen realizando desde principios de la década de 2000.

“Hay una cooperación”, declaró a principios de mes la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum. “Estos vuelos forman parte de una operación coordinada entre los gobiernos de Estados Unidos y México, y se han realizado durante muchos años”.
Trevilla dijo a los periodistas esta semana que los vuelos de drones estadounidenses “no los ordenó Donald Trump para vigilar a los cárteles mexicanos”, y que más bien son una parte habitual de la cooperación en materia de seguridad entre Estados Unidos y México, en la que las autoridades mexicanas solicitan formalmente asistencia y exponen el alcance de la participación estadounidense.
Los vuelos se extienden “ampliamento dentro del territorio soberano de México”, declaró un funcionario estadounidense a The New York Times, que este mes informó por primera vez de la existencia de los vuelos de drones de la CIA en México.
Los drones no tripulados, que actualmente no están autorizados a realizar acciones letales, se utilizan para detectar laboratorios de fentanilo, que emiten firmas químicas visibles desde el aire, según el informe.
El Mando Norte del ejército estadounidense también ha estado realizando vuelos de vigilancia sobre la región fronteriza y ha desplegado un grupo de trabajo de analistas de inteligencia en la línea fronteriza internacional, según el periódico.
La naturaleza de las operaciones de seguridad estadounidenses y mexicanas contra los cárteles sigue siendo un tema delicado y muy vigilado en ambos países.

En Estados Unidos, la administración de Trump designó a seis importantes bandas de narcotraficantes mexicanas como organizaciones terroristas extranjeras, lo que abre la puerta a posibles ataques militares.
“Saben que en cualquier momento, podrían estar en cualquier lugar (si se llega a eso) podrían estar en un coche, podrían estar en una casa, y podrían ser vaporizados”, dijo recientemente Todd Zimmerman, agente especial de la Administración de Control de Drogas en Ciudad de México, al diario Los Angeles Times sobre la designación. “Lo han visto en las guerras de Afganistán e Irak. Así que conocen el potencial que hay ahí fuera”.
La Casa Blanca también declaró la emergencia nacional, con planes para enviar hasta 4.000 efectivos de la Guardia Nacional a la frontera.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, declaró recientemente que, a la hora de enfrentarse a los cárteles, “todas las opciones están sobre la mesa”, incluidas las redadas transfronterizas.
La administración ha amenazado a México con imponerle aranceles importantes si no intensifica la lucha contra el narcotráfico y la inmigración ilegal.

Al sur de la frontera, la presidenta Sheinbaum ha tratado de equilibrar la cooperación con la administración de Trump y disipar las preocupaciones internas sobre la extralimitación de Estados Unidos.
Ha prometido enviar miles de soldados de la guardia nacional a la frontera y, al mismo tiempo, su partido ha propuesto reformar la Constitución mexicana para garantizar aún más la soberanía del país frente a la intervención extranjera.
“Esto no puede ser una oportunidad para que Estados Unidos invada nuestra soberanía”, aseveró Sheinbaum este mes sobre la clasificación de grupo terrorista, y afirmó que México buscaba la colaboración, no la “subordinación” al trabajar con Estados Unidos.
Traducción de Michelle Padilla