EEUU controla actividad espacial china por posibles riesgos
EEUU monitorea las actividades chinas que puedan amenazar a sus activos en el espacio mientras los desechos se acumulan rápidamente en la órbita baja de la Tierra, dice el jefe de operaciones militares espaciales estadounidenses
Estados Unidos monitorea de cerca las actividades chinas que puedan amenazar a sus activos en el espacio mientras los desechos se acumulan rápidamente en la órbita baja de la Tierra, dijo el jefe de las operaciones militares espaciales estadounidenses el viernes.
El general James Dickinson, responsable del Comando Espacial, celebró además la aprobación por una abrumadora mayoría de una resolución de Naciones Unidas para que los países no realicen pruebas antisatélite de ascenso directo, que crean vastos campos de basura espacial que pone en peligro satélites y estaciones espaciales.
De los cuatro países que han llevado a cabo pruebas de ese tipo, llamadas ASAT, Estados Unidos fue el único que votó a favor. China y Rusia rechazaron la propuesta e India se abstuvo.
“No podemos seguir contribuyendo a los desechos que encontramos en el ámbito espacial", afirmó Dickinson en una conferencia de prensa telefónica con periodistas en Asia. La mayor parte de esa basura se encuentra en la crucial órbita terrestre baja, que ahora es un espacio “disputado, competitivo y disputado”, añadió.
Hasta los pequeños fragmentos de metal pueden suponer un peligro y el número de objetos en la zona crece de forma descontrolada. La Fuerza Espacial estadounidense hace un seguimiento a más de 48.000 objetos en la órbita cercana a la Tierra, entre los que hay satélites, telescopios, estaciones espaciales y trozos de basura de todos los tamaños, desde los 25.000 que había hace apenas tres años, apuntó Dickinson.
En 2003, China se convirtió en el tercer gobierno en poner un astronauta en órbita de forma independiente, por detrás de la extinta Unión Soviética y de Estados Unidos. Su programa ha avanzado de forma constante desde entonces.
El programa espacial chino suscitó inusuales críticas internacionales después de que en 2007 realizó una prueba no anunciada en la que utilizó un misil para hacer estallar uno de sus satélites inactivos, lo que generó restos que todavía suponen un peligro.
Beijing cree que “el espacio es una pieza muy importante no solo para su economía o para el ámbito económico mundial, sino también para el ámbito militar, por lo que seguimos observándolo muy de cerca mientras sigue incrementando su capacidad”, manifestó Dickinson.
El secreto programa militar chino está gestionado por el ala militar del gobernante Partido Comunista, el Ejército Popular de Liberación, lo que impide su participación en la Estación Espacial Internacional o en la mayoría de proyectos de cooperación con la NASA.
Sin apenas ayuda extranjera, China lanzó el mes pasado el último de los tres módulos de su propio puesto orbital, que albergó brevemente a seis astronautas chinos durante una rotación de la tripulación habitual, compuesta por tres personas. También tiene vehículos exploradores en la Luna y en Marte y planea una misión lunar tripulada.