El papa descansa en el hospital mientras Año Santo sigue sin él con jornadas dedicadas a voluntarios
Francisco seguía el sábado con su recuperación de una neumonía bilateral mientras el Año Santo del Vaticano continuaba sin él, con un fin de semana dedicado a los voluntarios de la Iglesia católica.
“La noche transcurrió con tranquilidad, el papa está descansando”, indicó el Vaticano en su parte matinal.
El pontífice argentino, de 88 años, que padece una enfermedad pulmonar crónica y se le extirpó parte de un pulmón cuando era joven, inicia en su cuarta semana ingresado en el hospital Gemelli de Roma con su situación estabilizada tras algunos episodios de crisis respiratorias agudas.
En su ausencia, el Vaticano seguía adelante con la conmemoración del Jubileo, el Año Santo que se celebra una vez cada 25 años y atrae a peregrinos de todo el mundo a Roma. Este fin de semana está dedicado a los voluntarios, y muchos amplían su peregrinación para rezar por el religioso en el exterior del hospital.
El domingo, uno de los cardenales más cercanos al papado de Francisco, el cardenal canadiense Michael Czerny, presidirá la misa jubilar por los voluntarios que debía haber celebrado el argentino.
El viernes, el papa pasó 20 minutos en la capilla del hospital rezando y haciendo algo de trabajo entre el descanso y la terapia respiratoria y física, reportó el Vaticano. Se espera un nuevo parte médico más tarde el sábado.
Francisco ha estado utilizando altos flujos de oxígeno suplementario para ayudarle a respirar durante el día y una máscara de ventilación mecánica no invasiva por la noche.
Doctores no involucrados en su tratamiento dijeron que después de tres semanas de atención intensiva en el hospital debido a una neumonía bilateral, habrían esperado ver una mejora. Aunque se ha estabilizado, advirtieron que cuanto más tiempo esté en el hospital, mayor es el riesgo de contraer infecciones secundarias. Además, esta semana ha tenido episodios de insuficiencia respiratoria aguda y se sometió a broncoscopias para succionar moco de sus pulmones.
“Ha tenido insuficiencia respiratoria y no pudieron darle el alta en las primeras tres semanas. Y, por lo tanto, creo que se podría decir que esto parece preocupante, quizás más preocupante de lo que parecía al principio”, afirmó Andrew Chadwick, especialista en cuidados respiratorios e intensivos en los Hospitales de la Universidad de Oxford en Inglaterra.
El doctor Jeffrey Millstein, profesor asistente clínico de medicina interna en la Universidad de Pensilvania, apuntó que no es sorprendente que el religioso no haya mejorado en tres semanas, y que es alentador que pueda respirar parte del día solo con un tubo nasal de oxígeno de alto flujo. Pero su condición es “una situación precaria, de altibajos” y la recuperación, aunque aún es posible, sería un proceso largo, agregó.
De cara al futuro, “solo buscaría que no haya nuevos contratiempos”, dijo. “Creo que mientras esté lidiando con los problemas actuales y esté haciendo progresos incrementales, eso sería genial”.
Francisco fue hospitalizado el 14 de febrero por lo que entonces eran complicaciones de una bronquitis. La infección derivó en una infección respiratoria compleja y una neumonía bilateral que le han obligado a tomarse la baja más larga de sus 12 años de papado y ha suscitado preguntas sobre el futuro.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.