La exmujer de Elon Musk describe en un ensayo publicado un comportamiento “alfa” que la hacía desechable
La escritora Justine Musk, de 49 años, conoció al multimillonario de origen sudafricano cuando ambos eran estudiantes universitarios en Canadá
Un ensayo escrito por la primera esposa de Elon Musk durante su complicado proceso de divorcio ha vuelto a llamar la atención esta semana después de que una azafata acusara al multimillonario de exhibirse durante un viaje en un jet privado.
Justine Musk, madre de los cinco hijos del ejecutivo de SpaceX, escribió el ensayo en 2010 para la revista Marie Claire, describiendo cómo la historia de amor de la pareja acabó convirtiéndose en una relación en la que ella no se reconocía.
Describe las “señales de alarma”, incluso la noche en que se casaron.
Mientras bailábamos en la recepción de nuestra boda, Elon me dijo: “Yo soy el alfa en esta relación”, escribió Musk. “Me encogí de hombros, al igual que más tarde me encogí de hombros al firmar el acuerdo postnupcial, pero con el tiempo, me di cuenta de que iba en serio. Había crecido en la cultura sudafricana, dominada por los hombres, y la voluntad de competir y dominar que le hizo triunfar en los negocios no se apagó por arte de magia cuando volvió a casa”.
“Esto, y el gran desequilibrio económico entre nosotros, significó que, en los meses siguientes a nuestra boda, una cierta dinámica comenzó a afianzarse. El juicio de Elon prevalecía sobre el mío, y constantemente comentaba las carencias que encontraba en mí. Soy tu mujer”, le comenté una y otra vez, “no tu empleada”.
“‘Si fueras mi empleada’, decía con la misma frecuencia, ‘te despediría’”.
El ensayo resurgió en línea esta semana después de que Insider informara que el ejecutivo de Tesla había sido acusado en 2016 de exponerse a una asistente de vuelo, frotar su pierna sin consentimiento y ofrecerle comprar un caballo si le daba un masaje erótico.
El reporte alegó que pagó US$250,000 para resolver la demanda por conducta sexual inapropiada.
Él ha negado las acusaciones, y las califica de “totalmente falsas” y “con motivación política”.
Sin embargo, el reporte ha hecho que se preste más atención a su vida personal y a su actitud que a sus negocios, después de que los titulares sobre la adquisición de Twitter hayan dominado las noticias durante semanas.
En su ensayo, su exesposa describió que Musk intentaba convencerla de que se tiñera el pelo cada vez más rubio mientras viajaban por el mundo y se codeaban con los ricos y famosos. La relación se vio sometida a una gran tensión tras la pérdida de su primer hijo, Nevada, a causa del síndrome de muerte súbita del lactante. La exesposa de Musk dio a luz a gemelos y trillizos en rápida sucesión.
“La muerte de Nevada me sumió en una espiral de depresión y distracción que duró años y que continuaría hoy en día si una de nuestras niñeras no se hubiera dado cuenta de que estaba pasándola mal”, escribió en el ensayo, en el que también describió a su entonces marido como “obsesionado” con su trabajo y distraído incluso cuando estaba en casa.
Por sugerencia de la niñera, Justine escribió que comenzó una terapia y “empezó a tomar perspectiva de lo que se había convertido en mi vida”.
Ella continuó en el ensayo: “Apenas me reconocía a mí misma. Me había convertido en una esposa trofeo, y lo hacía fatal. No era lo suficientemente detallista como para mantener una casa perfecta o ser una anfitriona perfecta. Ya no podía ocultar mi aburrimiento cuando los hombres hablaban y las mujeres sonreían y escuchaban. No me interesaba el bótox ni el maquillaje ni reducir la apariencia de las cicatrices de mis cesáreas”.
En tuits de este mismo mes, Justine aborda las relaciones disfuncionales con un lenguaje que refleja su ensayo de 12 años.
El 5 de mayo, en la plataforma que su exmarido planea revisar, escribió: “Las relaciones abusivas no se definen por el hecho de que la persona maltratada sea o no una ‘víctima perfecta’ -o simpática-, sino por un desequilibrio de poder preexistente + estructural que sitúa a uno de los miembros de la pareja en una posición de superioridad sobre el otro. Este punto no se enfatiza lo suficiente”.
Al día siguiente, tuiteó: “Una relación abusiva implica cualquier sistema que *permita* a un miembro de la pareja abusar del poder que tiene sobre el otro para controlar sistemáticamente a esa persona a lo largo del tiempo. No son solo dos personas que se gritan”.
A continuación, añadió: “Una relación puede ser tóxica sin ser abusiva”.
Mientras que Musk sigue a sus ex Grimes y Talulah Riley en Twitter, no sigue a su primera esposa.
Musk solicitó el divorcio después de lo que Justine describió como solo tres sesiones de asesoramiento, y los procedimientos se prolongaron durante años.
Musk se ha opuesto públicamente a algunas de las afirmaciones escritas de su exmujer, abordándolas de primera mano en 2010 en Insider, el mismo medio que publicó las recientes acusaciones de conducta sexual inapropiada.
En un artículo titulado Correcting The Record About My Divorce (Corregir el registro sobre mi divorcio), intentó aclarar detalles como el momento de su relación con su segunda esposa, la actriz Talulah Riley, y los aspectos financieros del acuerdo de divorcio.
“Según el acuerdo matrimonial, Justine recibiría aproximadamente $20 millones después de impuestos, la mitad en forma de casa y la otra mitad en pagos de manutención”, escribió en julio de 2010. “Antes del juicio de divorcio que ella perdió a principios de mayo, le había ofrecido más del doble de esa cifra como acuerdo, lo que equivale aproximadamente a un ingreso antes de impuestos de $80 millones. También le dije que, si había alguna causa digna que ella considerara que merecía atención, estaría encantado de donarla en su nombre. Justine respondió que no a esta oferta y siguió insistiendo en recibir participaciones en Tesla y SpaceX”.
Sin embargo, sí que afirmó que Justine le comentó [en su momento] que diría que sí a una propuesta de matrimonio “no mucho después de la venta de mi primera empresa, Zip2, a Compaq, y la posterior cofundación de PayPal”, escribiendo que “los amigos y la familia me aconsejaron que me separara si el matrimonio era por amor o por dinero”.
Sin embargo, a pesar de las críticas que se han hecho mutuamente a lo largo de los años, la pareja sigue compartiendo la custodia. Musk también escribió en su ensayo para Marie Claire que no se arrepentía del matrimonio.
“He trabajado con algo de ira, tanto con Elon por hacerme tan desechable, como conmigo misma por creerme el cuento de hadas cuando debería haberlo sabido”, escribió. “Pero siempre respetaré a la persona brillante y visionaria que es”.