¿Qué hace Elon Musk en Ucrania?
Al parecer, frente a la respuesta airada que suscitó su “plan de paz” para poner fin al conflicto, el magnate de la tecnología retirará el financiamiento para el servicio vital de Internet por satélite Starlink en la zona de guerra
Elon Musk, el jefe de Tesla y SpaceX y el hombre más rico del mundo, indicó de forma inesperada que esta última empresa dejará de prestar su servicio de internet por satélite Starlink a los ucranianos de forma gratuita.
El servicio ha demostrado ser invaluable en el país desde que comenzó la invasión rusa el 24 de febrero, ya que permite a los militares ucranianos mantener las líneas de comunicación abiertas incluso cuando la infraestructura informática fue destruida por misiles enemigos.
La empresa envió por primera vez sus terminales a la zona de guerra a los pocos días de iniciado el conflicto, después de que el viceprimer ministro ucraniano, Mykhailo Fedorov, tuiteara de forma directa a Musk pidiendo su ayuda, y volviera a las redes sociales apenas dos días después con una foto publicada en agradecimiento para mostrar la llegada del primer envío de equipos Starlink.
Se calcula que desde entonces se han donado unos 20.000 terminales, aunque el generoso apoyo de la empresa parece estar llegando a su fin, lo cual representa un golpe duro a los esfuerzos de resistencia.
“No estamos en condiciones de seguir donando terminales a Ucrania, ni de financiar los terminales existentes durante un periodo de tiempo indefinido”, escribió Bryon Hargis, director de ventas gubernamentales de SpaceX, al Pentágono esta semana, y solicitó que el Departamento de Defensa de EE.UU. asumiera la factura en su lugar.
Musk se quejó en Twitter del gasto que supone, y añadió que el gesto le ha costado a su empresa US$80 millones hasta ahora, un total que se espera que aumente a US$100 millones a finales de año.
El repentino cambio de rumbo sigue la reacción adversa que provocó Musk en Internet al tuitear su plan para llevar la paz a Ucrania, que incluía, entre otras sugerencias, la concesión de tierras a Rusia.
“Rehacer las elecciones de las regiones anexionadas bajo la supervisión de la ONU. Rusia se va si es la voluntad del pueblo”, escribió Musk en su breve propuesta del 3 de octubre.
Musk sugiere que Crimea se convierta “formalmente en parte de Rusia, como ha sido desde 1783 (hasta el error de Jruschev)”, propone garantizar “el suministro de agua a Crimea” y asegurar la neutralidad de Ucrania.
“Es muy probable que este sea el resultado final, solo es cuestión de cuántos mueran antes. También vale la pena señalar que un resultado posible, aunque poco probable, de este conflicto es la guerra nuclear”.
El hilo iba acompañado de una encuesta en la que se invitaba a los seguidores de Musk a indicar si aprobaban o no sus ideas: El 40,9 por ciento de los encuestados estaba a favor, pero el 59,1 por ciento se oponía.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, respondió con una encuesta propia en Twitter, en la que preguntaba a sus seguidores qué versión de Elon Musk preferían: la que apoya a Ucrania o la que apoya a Rusia.
La versión pro-Ucrania de Musk obtuvo el 78,8 por ciento de los votos.
“Sigo apoyando a Ucrania, pero estoy convencido de que una intensificación masiva de la guerra causará un gran daño a Ucrania y posiblemente al mundo”, respondió.
Pero fue la airada reacción del embajador de Ucrania en Alemania, Andrij Melnyk, la que más llamó la atención y la que parece haber alterado en verdad el frágil ego del magnate de la tecnología.
“Vete a la mie*** es mi respuesta muy diplomática a ti, Elon Musk”, escribió Melnyk en un tuit.
“El único resultado es que ahora ningún ucraniano comprará nunca tu p*** basura de Tesla. Así que buena suerte”, continuó en otro.
Cuando Jason Jay Smarts, corresponsal especial de The Kyiv Post, señaló el viernes en Twitter la relación con las declaraciones del embajador, Musk respondió: “Solo estamos siguiendo su recomendación”.
Mientras tanto, el empresario insiste en que sigue estando a favor de Ucrania y que solo le interesa que termine el derramamiento de sangre.
También se vio obligado a negar las acusaciones de que se comunicó con el líder ruso Vladimir Putin antes de publicar su plan de paz de cuatro puntos, y aseguró que no lo ha hecho desde hace 18 meses y que la última vez que los dos hombres mantuvieron conversaciones hablaron de la carrera espacial, no de la guerra.
Sin embargo, Musk desafió a Putin, un gran practicante de judo, a un “combate individual” el 14 de marzo, una sugerencia al parecer en broma que solo pretendía llamar la atención.
Sin embargo, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, recibió las últimas propuestas de Musk de forma mucho más cálida que sus homólogos ucranianos, al señalar que era “muy positivo que alguien como Elon Musk busque una salida pacífica a esta situación”.