COVID: Estados Unidos pedirá una prueba negativa por coronavirus a todos los viajeros
La nueva orden emitida por el CDC entrará en vigor el próximo 26 de enero
Los viajeros que vuelen a Estados Unidos desde destinos internacionales pronto deberán presentar una prueba de COVID negativa antes de abordar el avión, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
El martes, los CDC aprobaron la orden que ampliará los requisitos de prueba después de que reglas similares entraran en vigor en otros países, con la esperanza de frenar la creciente propagación del virus.
La nueva orden, que también se aplicará a los ciudadanos estadounidenses que regresen al país, entrará en vigor el 26 de enero. Según esta política, los viajeros deben someterse a una prueba dentro de los tres días anteriores de su vuelo y los pasajeros deberán probar su resultado negativo a la aerolínea o documentación de que se recuperaron del COVID-19, antes de abordar.
“Si un pasajero no proporciona documentación de una prueba negativa o de recuperación, o elige no tomar una prueba, la aerolínea debe denegar el embarque al pasajero”, afirma la agencia.
La política se produce después de que, según se informa, los CDC pasaron semanas instando a la administración Trump a ampliar los requisitos de pruebas para viajeros después de que se identificara una nueva variante del virus en el Reino Unido.
La nueva regla sigue una orden similar implementada por la agencia en diciembre, que requiere que los pasajeros de aerolíneas que lleguen desde Gran Bretaña den negativo en la prueba de COVID-19 dentro de las 72 horas previas a su salida.
También se implementó una regla similar en Canadá, donde los viajeros al país, que tienen más de cinco años, deben presentar una prueba negativa y realizar una cuarentena.
En una declaración sobre la expansión del requisito de pruebas, el director de los CDC, Robert R. Redfield, dijo: “Las pruebas no eliminan todos los riesgos, pero cuando se combinan con un período de permanencia en casa y las precauciones diarias, como el uso de máscaras y el distanciamiento social, pueden hacer que los viajes sean más seguro, más saludable y más responsables al reducir la propagación en aviones, aeropuertos y destinos”.
La presencia de la variante británica más contagiosa ya se ha confirmado en los Estados Unidos.