Condenan a una mujer a cadena perpetua por asesinar a un hombre durante una detención ciudadana
Hannah Payne (24) había sido acusada de asesinar a Kenneth Herring (62) luego de que el hombre huyera de un choque automovilístico en 2019
El viernes por la mañana, una mujer de Georgia fue declarada culpable de homicidio y condenada a cadena perpetua con la posibilidad de libertad condicional después de asesinar a un desconocido durante una detención ciudadana.
Esposada y con su uniforme verde de presidiaria, Hannah Payne compareció en tribunales en el condado de Clayton y escuchó la sentencia envuelta en lágrimas.
Mientras una amiga y compañera de trabajo subió al estrado para hablar a favor de la acusada y pedir clemencia, la familia de la víctima solicitó una sentencia a cadena perpetua sin la posibilidad de libertad condicional.
Payne fue declarada culpable de homicidio con alevosía, homicidio con premeditación, agresión agravada, detención ilegal y tres cargos por posesión de armas durante un delito.
La jueza Jewell Scott la sentenció a cadena perpetua con la posibilidad de libertad condicional por haber asesinado a Kenneth Herring (62), a quien Payne persiguió y le disparó después de que cruzara un semáforo en rojo y causara un choque automovilístico menor.
También fue condenada a ocho años consecutivos por detención ilegal y a cinco años consecutivos por posesión de un arma de fuego.
Según la acusada, nunca tuvo la intención de dispararle a Herring, ya que solo quería tomar nota de la patente de su vehículo después de que Herring abandonara la escena del accidente.
Jaqueline Herring, la hermana del fallecido, se dirigió al tribunal mediante su declaración de impacto sobre la víctima: “Cuando la vi salir, estaba llorando mientras atravesaba las puertas. Es lo mismo que sentí cuando cerraron su ataúd”. Y agregó: “Esa puerta nunca se volverá a abrir... Nunca volveré a ver a mi hermano. Solo [podré hacerlo] a través de fotos”.
Al finalizar su declaración, solicitó que Payne fuese condenada a cadena perpetua sin la posibilidad de libertad condicional:
“No puedo llamarlo. No puedo visitarlo. Puedo ir a su tumba, pero él no puede responder”. Y señaló: “Él recibió una muerte sin libertad condicional, por lo que me gustaría que ella reciba una vida sin libertad condicional”.
Vickie Lynn Herring, la hermana menor de la víctima, lloró en el estrado al prestar declaración ante el tribunal.
“Ya no tengo un hermano mayor”, aseguró. “Sus nietos no lo conocerán. Tiene dos hijos que ya no tienen padre. Éramos seis. Ahora quedamos nosotros cinco”.
Payne y sus padres se abstuvieron de prestar declaraciones en la audiencia del viernes; sin embargo, una amiga de la familia y compañera de trabajo, Reana Novotny, habló a su favor y le pidió a la jueza que mirara el corazón de Payne.
“En cuanto a la familia del señor Herring, me gustaría que supieran que su corazón se ha roto un millón de veces. Y sin importar lo que les hayan dicho o afirmado, sepan que desde lo más profundo de su corazón y de su alma, nunca quiso hacerle daño a su ser querido”.
Luego se dirigió a la sala y señaló: “Muestren piedad y comprensión hacia quién es la verdadera Hannah Payne a la hora de determinar su sentencia”. Y agregó: “Le pedimos al tribunal que mire en su corazón y noten que es un ser humano al que vale la pena salvar”.
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La fiscalía acusó a Payne de actuar como una agente de policía cuando persiguió a Herring después de que el hombre abandonara la escena del accidente en el que ella no estaba implicada. Según los testigos, Payne le cortó el paso y le disparó.
“A Kenneth Herring, que estaba desarmado y haciendo lo suyo, lo persiguieron, detuvieron y asesinaron”, dijo el fiscal principal Nigel Hunter en su alegato final. “No se aplica la pena de muerte por cometer una infracción de tránsito”.
La defensa alegó que Payne actuó en defensa propia porque, según ella, el hombre la atacó cuando lo confrontó.
A principios de esta semana, Payne subió al estrado y, si bien reconoció ante los miembros del jurado que había desenfundado su pistola, afirmó que nunca tuvo intención de disparar y que Herring fue quien se disparó a sí mismo en un forcejeo por el arma.
El incidente de 2019 en el condado de Clayton comenzó con un choque automovilístico menor contra un semiacoplado después de que Herring, al parecer, cruzara un semáforo en rojo con su camioneta Dodge Dakota. Payne no estuvo involucrada en el choque, pero al estar presente, dijo que se detuvo para llamar al 911.
Payne testificó que un oficial del sistema penitenciario también había presenciado el hecho y que le aseguró mientras esperaban en el lugar que el hombre se encontraba “bien, pero... definitivamente ebrio”.
Esto hizo que Payne y el conductor del semiacoplado preguntaran al unísono: “¿Quiere decir que está borracho?”.
Por otra parte, el oficial declaró que Herring mostraba síntomas de un coma diabético, ya que el hombre tenía los ojos con una tonalidad anaranjada, parecía desorientado y había dado varias vueltas alrededor de su camioneta antes de marcharse.
Herring esperó en el lugar entre 15 y 20 minutos antes de irse, según la red Law & Crime.
Al notar que ninguna persona en la escena tenía información ni la patente de Herring, Payne ignoró al agente del 911 que le pidió cuatro veces que permaneciera en el lugar, y salió en busca de Herring en su Jeep.
Según una grabación del servicio de emergencias que se reprodujo en el tribunal, el agente del 911 le preguntó: “¿Entonces no pudo obtener el número de la patente?”. A lo que Payne respondió: “No, pero estoy por alcanzarlo ahora mismo”.
“Señora, de hecho, no queremos que lo persiga, solo queremos que esté a salvo”, añadió el agente.
“Está borracho, pero yo no lo estoy”, le comunicó Payne al agente. “Lo siento, pero estoy aquí para decirle que no voy a seguirlo porque va a provocar un accidente”.
Payne luego declaró que tuvo la impresión de que “al comunicarse con el 911, sería una mensajera”.
El enfrentamiento mortal se produjo momentos después, cuando Payne logró alcanzar a Herring, que se había detenido en un carril de giro en un cruce, y le exigió que regresara al lugar del accidente.
“Hay mucho ruido, estamos cerca de una interestatal, es una carretera muy transitada y no oigo lo que me dice. Pero a medida que me voy acercando a él, lo oigo preguntarme quién car**o soy yo”, declaró Payne ante el tribunal.
Afirmó que, en un momento dado, Herring le quitó el teléfono de la mano, sacó el brazo por la ventanilla, la agarró, y le rasgó la camiseta. Después “pisó el acelerador” y la arrastró brevemente con su vehículo.
Fue en ese entonces que Payne le informó a Herring que tenía una pistola, y se la mostró.
“Saqué mi pistola e inmediatamente intenté seguir empujando la puerta con ella, para apartarla de él”, manifestó. “Me tomó la mano con la que sostenía la pistola”.
“Mientras tiraba de ella, el gatillo se soltó”, continuó. “Después de que se disparara, todo mi cuerpo se desplomó hacia atrás”.
Sin embargo, las personas que declararon en el juicio de Payne dieron otra versión.
Afirmaron que Payne persiguió a Herring, le cortó el paso con su vehículo, corrió hacia su auto de “manera muy agresiva”, lo insultó y comenzó a golpearlo a través de la ventanilla, mientras el hombre se encontraba “confundido”.
También declararon que luego sacó su pistola, amenazó con dispararle dos veces, e “inmediatamente” lo asesinó.