Jueza libera a condenado por terrorismo y critica operación del FBI
Un hombre condenado en una operación antiterrorista posterior a los atentados del 11 de septiembre de 2001 fue puesto en libertad por una jueza que criticó al FBI por confiar en un informante confidencial “repugnante” en una conspiración inventada por la agencia que pretendía volar sinagogas de Nueva York y derribar aviones de la Guardia Nacional.
La jueza federal de distrito Colleen McMahon concedió el viernes a James Cromitie, de 58 años, la libertad por motivos humanitarios seis meses después que ordenara la liberación de sus tres coacusados, conocidos como los “cuatro de Newburgh”, por razones similares. Los cuatro hombres de esta pequeña ciudad fluvial situada 97 kilómetros (60 millas) al norte de Nueva York fueron condenados por cargos de terrorismo en 2010.
Cromitie ha cumplido 15 años de su condena mínima de 25 años. La jueza de Nueva York ordenó que la condena de Cromitie se redujera a tiempo cumplido más 90 días.
Los fiscales de este sonado caso afirmaron que los acusados de Newburgh pasaron meses estudiando objetivos y procurándose lo que creían que eran explosivos y un misil tierra-aire, con el objetivo de derribar aviones en la base de la Guardia Nacional Aérea de Newburgh y volar sinagogas en el Bronx. Fueron detenidos tras supuestamente colocar “bombas” cargadas con explosivos inertes suministrados por el FBI.
Los críticos han acusado a los agentes federales de tender una trampa a un grupo de hombres que se encontraban en apuros tras cumplir condena en prisión.
En una sentencia demoledora, McMahon escribió que el FBI inventó la conspiración e identificó los objetivos. Cromitie y sus coacusados, escribió, “no hubieran ideado, ni hubieran podido idear, por su cuenta” una trama criminal con misiles.
“La idea de que Cromitie fuera elegido como ‘líder’ por los codemandados es inconcebible, dada su bien documentada bufonería e ineptitud”, escribió.
El informante federal Shaheed Hussain, cuyo trabajo ha sido criticado durante años por grupos de defensa de las libertades civiles, convenció a Cromitie para que participara en la trama falsa.
McMahon lo calificó de “muy repugnante” y de “villano” enviado por el gobierno para ”pescar entre los hombres más pobres y débiles a ’terroristas’ que pudieran mostrarse susceptibles a una oferta de dinero muy necesario a cambio de cometer un falso delito”.