Universidad de Virginia amenaza con castigos a las estudiantes que denuncian violaciones, según informe
'Honestamente, se sintió como si estuvieran tratando de sabotear mi caso', dice la estudiante después de denunciar el abuso sexual en la escuela
Liberty University, fundada por el evangelista Jerry Falwell Jr, amenazó con castigar a los estudiantes que denunciaron violaciones y agresiones sexuales, según un informe.
La escuela ignoró los informes de agresiones sexuales y amenazó con castigar a quienes acusaran a otros de abuso sexual, por violar el código moral de la escuela, informó el portal ProPublica. Un funcionario escolar declaró a ese medio que lo despidieron por plantear su preocupación sobre el tema, al que llamó una "conspiración para guardar silencio".
Elizabeth Axley asumió que la escuela manejaría adecuadamente su informe de violación, ya que la escuela usa las Escrituras para instar a los estudiantes a hablar si ven o sufren de un abuso sexual.
“Habla por aquellos que no pueden hablar por sí mismos, por los derechos de todos los que necesitan un defensor. —Proverbios 31:8 ”, decían los carteles y las hojas informativas.
Cuando Axley era una estudiante de primer año en la universidad evangélica en 2017, fue a una fiesta de Halloween en un apartamento lejos del campus donde tomó ocho tragos de vodka y algunas otras bebidas. Lo siguiente que recuerda es despertarse con otro estudiante encima de ella, quien le tapaba la boca con la mano. El estudiante niega la afirmación.
Axley llamó a la policía del campus al regresar a su dormitorio. Un oficial la llevó a un hospital donde una enfermera encontró 15 heridas de varios tipos, como hematomas.
Cuando le contó a su asesor residente lo que había sucedido, el asesor le dijo que no denunciara el incidente, ya que se podría considerar que había infringido las reglas de la escuela contra el consumo de alcohol y la asociación con miembros del sexo opuesto.
En cambio, el asesor sugirió que rezaran juntos.
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“Estaba realmente confundida”, contó Axley a ProPublica. "Ellos intentaron hacerme creer que yo había hecho algo malo".
“No quería recibir una multa o un castigo, pero tampoco iba a dejar que esto me impidiera denunciar mi agresión”, agregó.
Las universidades tienen el mandato federal de tener oficinas para investigar las agresiones sexuales.
"Estaba sobre ti", le dijo una amiga a Axley en mensajes de texto que ella guardó para informar sobre el ataque. La amiga agregó que fue "bastante extraño".
"Estoy jodidamente segura de haber hecho ruido y que él me tapaba la boca, oh Dios mío", le envió en un mensaje de texto a una amiga. Además de los mensajes de texto, Axley también había tomado fotos de sus heridas para respaldar su acusación. “Cuando entré en esa oficina, estaba lista”, comentó para ProPublica.
Elysa Bucci era la investigadora principal de la oficina de equidad de la universidad, a cargo de investigar las violaciones del Título IX. La ley de derechos civiles prohíbe la discriminación sexual en las escuelas que reciben fondos federales, algo que los estudiantes de Liberty obtienen por una suma de US$800 millones al año.
Bucci comenzó a interrogar a Axley en lugar de mirar su evidencia, preguntando por qué había ido a la fiesta, qué y cuánto había bebido, haciendo que la estudiante se sintiera juzgada “inmediatamente”. Bucci, quien actualmente tiene el mismo puesto en la Universidad de Baylor, decidió no comentar sobre el informe.
Después de cinco meses, se llamó a Axley a la oficina para revisar los documentos de la investigación antes de la revisión del comité. Cuando Axley le preguntó, Bucci explicó que las fotos de las heridas de la estudiante habían sido eliminadas porque se pensaba que eran demasiado "explícitas".
"Me sentí como si me hubieran dado un puñetazo en el estómago", aseguró Axley a ProPublica . “Había confiado en que ellos tomarían en cuenta mi evidencia al momento de considerar el caso, y ni siquiera estaba en mi expediente”.
"Honestamente, se sintió como si estuvieran tratando de sabotear mi caso", agregó.
Luego recibió un correo electrónico de la escuela, en el que decía que necesitaba firmar un documento para reconocer que era consciente de que podría haber infringido el código de conducta de la escuela, que prohíbe beber y “estar en cualquier estado de desnudez con un miembro del sexo opuesto”.
Axley podría enfrentar "posibles acciones disciplinarias" si optara por hacer avanzar el caso, según el documento.
ProPublica entrevistó a más de 50 exalumnos y miembros del personal, que junto con los registros de numerosos casos, revelan que el enfoque de la escuela en la pureza sexual ha llevado a los funcionarios a culpar, ignorar, despedir y desanimar a las mujeres que intentan denunciar sus agresiones sexuales.
Otras dos estudiantes también dijeron que tuvieron que firmar formularios similares a los de Axley. Las estudiantes también alegaron que los agentes de policía de Liberty University han instado a las víctimas a no presentar cargos cuando han denunciado delitos sexuales.
Algunos miembros del personal no informaron los casos a la oficina del Título IX como se requería después de que los estudiantes acudieran a ellos con denuncias de delitos. Cuando los estudiantes presentaban quejas, a veces no se les decía que podían acudir a la policía, un aviso que exige la ley.
Scott Lamb le manifestó al medio que fue despedido de su trabajo como vicepresidente senior de comunicaciones de Liberty University a principios de octubre por presionar a los funcionarios escolares para que respondieran los correos electrónicos de ProPublica.
"Los correos electrónicos de ProPublica fueron definitivamente ignorados", sostuvo Lamb. Junto con un colega, trató de que la escuela respondiera. “Dijimos: 'La percepción de esta situación nos está matando. ¿Hay algún mensaje que podamos enviar… lo que sea? ¿Un mensaje sobre la empatía? ¿O que al menos estamos trabajando para llegar al fondo de esto?' Pero luego nos dimos cuenta: no están trabajando para llegar al fondo de esto".
"Las preocupaciones sobre las agresiones sexuales subían por la cadena de mando y luego se olvidaban", opinó, y agregó que era "una conspiración para guardar silencio".
Dos exalumnas alegan que fueron castigadas después de denunciar agresiones sexuales, y una de ellas declaró que le impusieron una multa de 500 dólares y le dijeron que asistiera a terapia después de beber alcohol. A la estudiante, que optó por permanecer en el anonimato, también se le dijo que no le entregarían su expediente académico hasta que pagara la multa.
“El objetivo de The Liberty Way (Código de Honor Estudiantil) es animar e instruir a nuestros estudiantes sobre cómo amar a Dios a través de una vida de servicio a los demás”, dice el código de honor. "La forma en que nos tratamos en nuestra comunidad es un reflejo directo de nuestro amor por Dios".
“Las relaciones sexuales fuera de un matrimonio bíblico entre un hombre y una mujer de nacimiento no son admisibles en Liberty University”, agrega.
En lugar de responder a las crecientes críticas en las redes sociales, la escuela decidió deshabilitar los comentarios en sus publicaciones y cuentas siempre que fuera posible, según muestran los correos electrónicos.
La escuela fue fundada en 1971 por Jerry Falwell Jr, un televangelista bautista y activista conservador. Alrededor de 15 mil estudiantes están inscritos en el campus de Lynchburg, Virginia, pero la escuela también tiene una presencia significativa en línea.
The Independent se ha puesto en contacto con Liberty University en busca de comentarios.