Llamadas frecuentes del papa a templo católico en Gaza lo hicieron muy querido allí

Wafaa Shurafa,Bassem Mroue
Martes, 22 de abril de 2025 00:43 EDT
ISRAEL-PALESTINOS-PAPA FRANCISCO
ISRAEL-PALESTINOS-PAPA FRANCISCO (AP)

En los últimos 18 meses de su vida, el papa Francisco tenía un ritual vespertino frecuente: llamaba a la única iglesia católica en la Franja de Gaza para saber cómo estaban lidiando las personas refugiadas allí con una guerra devastadora.

Ese pequeño acto de compasión dejó una gran impresión en la diminuta comunidad cristiana de Gaza, y debido a eso el lunes se le recordó tras su muerte como una figura paterna querida en el asediado territorio.

"Me sentí profundamente triste. Él era nuestro mayor defensor después de Dios", dijo Suheil Abu Dawoud, un cristiano de 19 años en Gaza.

Francisco "siempre sanaba nuestras heridas y nos pedía que fuéramos fuertes", expresó. "Siempre estaba rezando por nosotros".

En su última presentación en público, el pontífice pidió un alto el fuego entre Israel y el grupo islamista Hamás. Un ferviente defensor de las relaciones interreligiosas, también instó a Hamás a liberar a las decenas de rehenes israelíes que tiene y condenó el creciente antisemitismo global.

En su mensaje de Pascua, Francisco expresó su "cercanía con los sufrimientos de los cristianos en Palestina e Israel y con todo el pueblo israelí y palestino".

Al hacer notar el creciente antisemitismo, añadió: "Pienso en el pueblo de Gaza y su comunidad cristiana en particular, donde el terrible conflicto sigue causando muerte y destrucción y creando una situación humanitaria dramática y deplorable".

La guerra en Gaza comenzó cuando milicianos encabezados por Hamás atacaron el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, matando a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestrando a 251. Unos 59 rehenes permanecen en cautiverio, de los cuales se cree que 24 de ellos están vivos.

La ofensiva de Israel ha reducido gran parte de Gaza a escombros y ha matado a más de 51.000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Gaza, en cuyas cifras no se distingue entre civiles y combatientes. La mayoría de los 2,3 millones de habitantes de Gaza siguen sin hogar.

Las cosas han empeorado en el último mes desde que Israel puso fin a un alto el fuego e impuso un cierre que bloquea el ingreso a Gaza de cualquier ayuda humanitaria. Funcionarios de ayuda dicen que miles de niños están desnutridos y la mayoría de las personas tienen poco más de una comida al día.

"Hago un llamado a las partes en conflicto: ¡Pidan un alto el fuego, liberen a los rehenes y acudan en ayuda de las personas hambrientas que aspiran a un futuro de paz!", manifestó Francisco en su último discurso.

Ese llamado también fue ignorado. El lunes, ataques aéreos de Israel mataron al menos a 14 personas, según funcionarios médicos.

En Israel, el papa dejó un legado más complicado. Fue ampliamente apreciado por su acercamiento al pueblo judío y su postura firme contra el antisemitismo. También defendió la liberación de los rehenes, reuniéndose con sus familias durante la guerra.

El presidente israelí Isaac Herzog llamó a Francisco un hombre de "fe profunda y compasión sin límites".

"Realmente espero que sus oraciones por la paz en Oriente Medio y por el regreso seguro de los rehenes sean atendidas pronto", escribió Herzog en redes sociales.

En el último año y medio de guerra, Francisco se volvió cada vez más crítico de las duras tácticas militares de Israel. Un mes después de iniciada la guerra, instó a una investigación sobre si la ofensiva israelí equivalía a genocidio, una acusación que Israel niega vehementemente.

En diciembre, el papa expresó su dolor al pensar en Gaza, "de tanta crueldad, al ametrallamiento de niños, al bombardeo de escuelas y hospitales. ... ¡Cuánta crueldad!".

El mes siguiente, dijo que la crisis humanitaria en curso era "muy grave y vergonzosa".

Francisco fue llorado en todo el mundo árabe y por funcionarios de la ONU, incluido Philippe Lazzarini, jefe de la UNRWA, la agencia para los refugiados palestinos. Publicó en la red social X que la voz del pontífice "ha contribuido a llamar la atención sobre la deshumanización significativa de la guerra en Gaza y más allá".

Basem Naim, alto funcionario de Hamás, declaró que Francisco fue un "defensor firme de los derechos legítimos del pueblo palestino, particularmente en su postura inquebrantable contra la guerra y los actos de genocidio perpetrados contra nuestro pueblo en Gaza en los últimos meses".

La comunidad cristiana de Tierra Santa ha disminuido a lo largo de las décadas debido a la emigración y a una baja tasa de natalidad, y sólo constituye un pequeño porcentaje de la población total.

Solamente 1.000 cristianos viven en Gaza, un territorio abrumadoramente musulmán, según el informe de libertad religiosa internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos para 2024. El informe indica que la mayoría de los cristianos palestinos son ortodoxos griegos, pero también hay otros cristianos, incluidos católicos.

El año pasado, Francisco dijo al programa "60 Minutes" de la cadena CBS que llamaba a un sacerdote diariamente a las 7 de la tarde a la iglesia de la Sagrada Familia, el único templo católico en Gaza, para saber lo que estaba sucediendo con las casi 600 personas refugiadas en la instalación.

"El otro día, estaban felices porque lograron comer algo de carne. El resto del tiempo comen harina, cosas hechas de harina", declaró el pontífice en el programa. "A veces pasan hambre y me cuentan cosas. Hay mucho sufrimiento".

"Es muy duro. Muy duro. La comida llega, la gente se apresura a conseguirla", expresó.

El padre Gabriele Romanelli, un funcionario eclesiástico, indicó que la última llamada de Francisco fue el sábado.

Suhair Anastas, una mujer palestina que formó parte de un grupo que se reunió con el pontífice en 2023 después de huir de Gaza, dijo que sintió "gran tristeza" por su muerte.

Anastas, que es ortodoxa griega, se había refugiado en el recinto de la iglesia en Gaza antes de irse.

"Él estuvo a nuestro lado, permitiéndonos quedarnos en la iglesia y cuidando de todos en la iglesia", manifestó. "Sé que no pudo detener el genocidio... pero no sé quién puede".

Cuando conoció al papa, Anastas tuvo emociones encontradas. La experiencia fue "impresionante", señaló, pero añadió que también se sintió traumatizada, triste y culpable "porque lo estás conociendo y otros todavía están siendo bombardeados".

Dijo que recordará al pontífice "por estar con nosotros" hasta cierto punto, pero "desearía que hubiera podido hacer más".

George Antoun, un funcionario de la iglesia, declaró a The Associated Press que el interés del papa le dio a la comunidad esperanza e inspiración.

Francisco era como un padre preocupado por sus hijos, y preguntaba si había comida, atención médica y medicinas, recordó.

"Él estaba con nosotros paso a paso y día a día", expresó Antoun.

"No tengan miedo. Estoy con ustedes y rezando por ustedes y los protegeré", manifestó Francisco, según lo citó Antoun. "Dejó una gran herencia en Gaza. Es el santo de Gaza".

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Mroue informó desde Beirut. La periodista de The Associated Press Mariam Fam en El Cairo contribuyó a este despacho.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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