¿Por qué California no puede apagar los incendios forestales con agua de mar?
El agua salada puede apagar un incendio, pero también arruinar el material y la vegetación
Los bomberos de Los Ángeles se han topado con un grave obstáculo a la hora de contener la casi media docena de incendios que amenazan la ciudad: las dudas sobre el suministro de agua.
Los incendios forestales cubren actualmente más de 27.000 acres del condado de Los Ángeles. Cinco personas han muerto y más de 1.000 estructuras han quedado destruidas desde que comenzaron. El gobernador Gavin Newsom declaró a CNN el miércoles que el condado había “agotado” todos sus recursos, y que las bocas de incendios estaban completamente agotadas.
“Esas bocas son aptas para dos o tres incendios, quizá uno. Pero no algo de esta magnitud”, comentó a Anderson Cooper.
Las imágenes por satélite de los incendios muestran que arden a solo unos kilómetros de la costa de Los Ángeles, en el océano Pacífico. ¿Cómo es posible que los bomberos se queden sin agua cuando hay una enorme masa de agua justo al final de la carretera?
La respuesta no es tan sencilla.
El agua de mar, en teoría, podría utilizarse para ayudar en un incendio. Sin embargo, sus componentes salinos pueden hacer más daño, por lo que los bomberos suelen evitar su uso a menos que sea absolutamente necesario.
La sal es corrosiva y puede dañar los equipos metálicos, incluidos los equipos críticos de los aviones de vertido de agua y las bombas contra incendios.
Según Technology.org, la sal también puede reducir el efecto refrigerante del agua, lo que significa que el agua salada puede ser menos eficaz como herramienta de extinción de incendios. El agua salada también transporta mejor la carga que el agua dulce, lo que la hace ligeramente más peligrosa para los bomberos.
Los bomberos que estudian el uso de agua salada para apagar incendios también toman mucho en cuenta la salud ambiental. Cuando se vierte agua salada en grandes cantidades en un incendio, la sal tiene que ir a alguna parte: normalmente, al suelo, o es arrastrada a masas de agua cercanas.
Introducir grandes cantidades de sal en zonas con mucha vegetación, como cabría esperar en el lugar de un incendio forestal, es casi siempre perjudicial.
El aumento de la salinidad del suelo, es decir, el contenido en sales del suelo de una zona, dificulta que las plantas extraigan agua y nutrientes del suelo por ósmosis. La sal también puede volver tóxico el suelo, dificultar el crecimiento de las plántulas y perjudicar la permeabilidad general (la facilidad con la que el agua y los nutrientes pueden moverse por la tierra) del suelo.
Dicho lo anterior, hay ocasiones en las que los bomberos utilizan agua salada para apagar incendios; solo tienen que ser cuidadosos y selectivos a la hora de emplear tales métodos.
Traducción de Michelle Padilla