Magnate de EEUU deja de financiar instituto israelí por plan de reforma judicial
Un multimillonario estadounidense anuncia que dejará de enviar donaciones a un instituto de investigaciones políticas de Jerusalén que respalda la polémica reforma judicial del gobierno israelí
Un multimillonario estadounidense anunció el viernes que dejará de enviar donaciones a un instituto de investigaciones políticas de Jerusalén que respalda la polémica reforma judicial del gobierno israelí.
La decisión de Arthur Dantchik, un multimillonario de Nueva York, de dejar de contribuir al Foro Político Kohelet refleja la magnitud de la incesante movilización de protesta contra los planes del primer ministro Benjamin Netanyahu para debilitar la Corte Suprema de su país.
“Lo que me parece crucial en este momento es que Israel se concentre en la sanación y la unidad nacional”, dijo Dantchik en un comunicado en que anunció el cese de las donaciones. “Durante toda mi vida he apoyado una gama diversa de organizaciones que promueven las libertades individuales y las libertades económicas de todos”.
Las protestas que sacuden Israel desde hace siete meses han sacado a la luz tensiones sociales profundamente arraigadas. El país está sumido en una crisis sobre el futuro de su democracia.
El Foro Político Kohelet, fundado en 2012 por el científico en computación estadounidense-israelí Moshe Koppel, es uno de los principales arquitectos de la reforma judicial de Netanyahu.
Kohelet se negó a hacer declaraciones sobre Dantchik y señaló que las donaciones que recibe son “de base amplia y aumentan constantemente”.
La prensa israelí ha revelado que Kohelet ha estado implicado en la planificación de la reforma, que le dará al gobierno mayor poder en la selección de jueces y reducirá el poder de la Corte Suprema de anular leyes. Un miembro del partido derechista Likud de Netanyahu dijo que el foro presentó al gobierni la misma propuesta de reforma que propuso al parlamento.
El parlamento israelí, o Knesset, aprobó la primera medida importante de la reforma el mes pasado, que dio lugar a un malestar generalizado, ya que los críticos temen que debilitará uno de los pocos medios para contener abusos del gobierno y erosionará las instituciones democráticas. Kohelet y otros defensores de la medida dicen que fortalecerá la democracia al dar al gobierno elegido mayor poder que a los jueces.