Bomberos ofrecen comida a las mascotas desaparecidas y atrapadas tras el derrumbe en Miami
Los supervivientes creen que dos gatos y una pareja de periquitos pueden seguir vivos en la parte del edificio que aún está en pie
Además de los supervivientes humanos, los bomberos del edificio derrumbado en Surfside, Florida, buscan a las mascotas.
Menos de la mitad de Champlain Towers South sigue en pie después de que el complejo de apartamentos se derrumbara parcialmente la semana pasada, dejando al menos 16 muertos y 147 desaparecidos. Pero en esa parte restante del edificio, las autoridades creen que los perros, gatos y otros animales de algunas familias pueden seguir vivos.
“Es desgarrador”, dijo el comisionado de la ciudad de Miami, Ken Russell, a The Washington Post. “Así que para que haya alguna esperanza de que las familias puedan reunirse con estas mascotas en esta tragedia, es importante. Van a haber perdido mucho. Si al menos podemos ayudarles a reunirse con sus mascotas, vale la pena intentarlo”.
Russell ha ayudado a organizar un esfuerzo para recuperar -o al menos alimentar- a los animales que puedan quedar en el edificio, sin desviar ningún recurso de la búsqueda de personas.
“Nuestra prioridad es la vida humana”, aseguró Russell. “Estos esfuerzos de búsqueda de animales no están quitando ningún esfuerzo de búsqueda, recursos o tiempo para los humanos”.
Uno de esos animales es Coco, un gato blanco y negro que se encontraba en el cuarto piso y cuyos dueños huyeron a toda prisa del edificio tras el derrumbe. El perro de los dueños, Rigatoni, logró salir con ellos, pero Coco se quedó atrás en la refriega.
El martes, un bombero se asomó al balcón del apartamento con una grúa, agitando una bolsa de comida para gatos y llamando a Coco por su nombre. No puede poner un pie en el apartamento porque se considera inestable, pero se espera que Coco salga si se la convence adecuadamente. De momento, no ha salido.
Otra mascota desaparecida es Mia, una gata gris del décimo piso. Su dueña, Susana Álvarez, de 62 años, salió con vida del edificio, pero se siente culpable de haber dejado a su gata atrás.
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“Antes de bajar las escaleras, pensé: “¿Entro y rescato a Mia?””. menciona Álvarez al Post. “Y luego dije: No, tengo que salir. Así que hasta cierto punto es culpa mía porque estaba tan asustada que tuve que salir”.
Álvarez cree que Mia sigue debajo de su cama, donde se escondió en el momento del derrumbe. Señala que la policía se ha ofrecido a subir con una grúa al décimo piso para buscarla.
“Mia era preciosa. Mia era mi gata. Mia no merece morir”, indica la residente de 11 años.
Álvarez dice que aún mantiene la esperanza por todas las mascotas del edificio, incluidos Coco, dos periquitos del quinto piso, y Mia.
“Creo que está debajo de mi cama”, reitera. “A veces los animales pueden sobrevivir a cosas que los humanos no pueden”.