Miembro de los Proud Boys desaparece antes de sentencia por asalto al Capitolio
Las autoridades buscan a un miembro del grupo extremista Proud Boys que desapareció días antes que se le dictara sentencia por su participación en el asalto al Capitolio estadounidense y para el cual los fiscales han pedido más de una década en prisión, según una orden judicial publicada el viernes.
Christopher Worrell, de Naples, Florida, iba a ser sentenciado el viernes tras ser hallado culpable de rociar a agentes de policía en el Capitolio con gas irritante cuando el Congreso se disponía a certificar la victoria electoral de Joe Biden el 6 de enero de 2021. Los fiscales le han pedido al juez una pena de 14 años de cárcel.
La audiencia fue cancelada y se emitió una orden de arresto en su contra, según documentos judiciales. La fiscalía federal para Washington le ha pedido a la ciudadanía entregar cualquier información sobre el paradero de Worrell.
Worrell estaba bajo arresto domiciliario en Florida desde que fue excarcelado en Washington en noviembre de 2021, menos de un mes después de que un juez aceptó sus denuncias sobre el tratamiento que recibía en la cárcel.
El juez Royce Lamberth determinó que las autoridades retardaron el tratamiento médico a Worrell por la fractura de una mano y halló en desacato a funcionarios penitenciarios de D.C.
William Shipley, abogado de Worrell, se negó a formular comentarios. Los números telefónicos registrados para Worrell y para la mujer nombrada como su custodio no funcionan.
Más de una treintena de personas acusadas en el asalto al Capitolio han sido identificadas por las autoridades como líderes, miembros o allegados de los Proud Boys, cuyos integrantes se identifican como un grupo de “machistas occidentales”.
El exlíder de los Proud Boys Enrique Tarrio y otros tres miembros del grupo fueron convictos de conspiración sediciosa en mayo.
Unas 1.000 personas han sido instruidas de cargos federales por el asalto al Capitolio. Más de 600 se han declarado culpables o han sido convictas tras juicios decididos por un jurado o por un juez. Unas 600 han sido sentenciadas y más de la mitad han recibido penas de entre tres días y 18 años de cárcel.