Multimillonaria inversión de TSMC en EEUU no fue por presión del gobierno de Trump: Taiwán

El presidente de Taiwán y el fabricante de chips TSMC realizaron el jueves una conferencia de prensa conjunta para defender la decisión de la empresa de invertir 100.000 millones de dólares en Estados Unidos, y afirmaron que esta decisión se debió a la demanda de los clientes y no a la presión de la administración del presidente Donald Trump.
La Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), el mayor fabricante de chips del mundo, anunció a principios de esta semana que invertiría 100.000 millones de dólares en tres nuevas plantas de fabricación de chips, junto con dos instalaciones de empaquetado en Arizona.
La decisión generó preocupaciones de que Taiwán obtendría poco a cambio de trasladar algunos de sus procesos de fabricación más avanzados a Estados Unidos.
El presidente de Taiwán, Lai Ching-te, negó que la decisión de inversión de TSMC se debiera a la presión política de Estados Unidos. Trump dijo anteriormente que Taiwán le arrebató el negocio de chips a Estados Unidos y que quería que se lo devolvieran.
“La decisión de TSMC es necesaria para su desarrollo futuro. El gobierno no enfrentó presión de Estados Unidos durante el proceso de inversión de TSMC en Estados Unidos”, dijo Lai el jueves.
El CEO de TSMC, C.C. Wei, comentó que había hablado con los clientes de la empresa y se dio cuenta de que los actuales planes de expansión de TSMC en Estados Unidos eran insuficientes para satisfacer la demanda actual.
“La demanda de los clientes ha ido en constante aumento. Para TSMC, nuestros planes de inversión se basan en las necesidades de los clientes, y somos muy cautelosos”, afirmó Wei.
“La cantidad de inversión en Estados Unidos puede parecer grande, pero no es suficiente para satisfacer la demanda”, agregó.
También mencionó que los planes de desarrollo en Estados Unidos no afectarían los planes de TSMC en Taiwán, y que la empresa cuenta actualmente con 10.000 empleados que investigan y desarrollan chips de 1,0 nanómetros.
Si bien Taiwán es una isla autogobernada, Beijing la considera como una provincia rebelde que debe ser recuperada por la fuerza si es necesario.
Estados Unidos no reconoce a Taiwán como país, pero es su mayor defensor y proveedor de armas.
Sin embargo, el apoyo continuo estadounidense parece cada vez más frágil en el gobierno de Trump, quien ha sostenido que Taiwán depende demasiado de Estados Unidos y necesita gastar más en defensa. Un nominado del Pentágono dijo, a principios de esta semana, que Taiwán debería gastar alrededor de 10% de su producto interno bruto en defensa para disuadir a China de iniciar una guerra.
El mes pasado, Lai se comprometió a aumentar el gasto en defensa a más de 3% de su producto interno bruto, frente a menos de 2,5%.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.