Obama dice que no pudo hablar por las víctimas de la injusticia racial en la Casa Blanca
Obama dice que siguió la noción básica de que no podía dirigir el Departamento de Justicia
El ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo el miércoles que sintió limitaciones institucionales para hablar de las víctimas de racismo durante su estancia en la Casa Blanca.
“Incluso mientras estaba en el Despacho Oval, lo veía a través de diferentes prismas. Una parte de mí estaba muy entusiasmada al ver este resurgimiento y activismo, porque mi inspiración y visión de la política empieza de abajo a arriba, no de arriba a abajo”, afirmó Obama en un programa virtual organizado por el Foro de Liderazgo My Brother’s Keeper, que forma parte de la Fundación Obama.
Participó en un debate sobre el activismo desde el asesinato de George Floyd en mayo de 2020. El año pasado, antes de las elecciones de noviembre de 2020, las protestas tras el asesinato de Floyd habían reforzado el movimiento Black Lives Matter (BLM).
Desde entonces, ha provocado o inspirado una serie de acciones y conversaciones en Estados Unidos en diferentes niveles de gobierno para garantizar la justicia a los negros u otras comunidades marginadas.
Obama comentó que había algunas frustraciones para él en su “papel institucional”, pero que llegó hasta donde pudo mientras sólo comentaba casos como el de Trayvon Martin y Ferguson.
El adolescente Michael Brown fue abatido en Ferguson (Misuri) en 2014 por un policía blanco cuando caminaba por la calle, lo que desató protestas en todo el país contra la violencia policial. Martin, otro adolescente negro, fue asesinado a tiros mientras visitaba a su padre en Sanford, en el centro de Florida, en 2012.
“Porque, como descubrimos, no todos los presidentes siguen esto, al menos mi sucesor no lo hizo, pero yo seguí la noción básica de que el departamento de justicia era independiente, no podía dirigirlos”, mencionó Obama.
“No quería de ninguna manera poner en peligro su capacidad para entrar, investigar y potencialmente acusar a los autores, lo que significaba que no podía decidir, o parecer que lo hacía, en términos de culpabilidad o inocencia”, indicó.
Sin embargo, señaló que aunque había “limitaciones institucionales. De lo que estoy orgulloso es de que no sólo fuimos capaces de remodelar la forma en que el departamento de justicia pensaba en estos temas, sino también de poder utilizar nuestro poder de convocatoria para reunir y centrar la atención en cuáles son los resultados prácticos que pueden aplicarse en todo el país”.
El expresidente también declaró que tras las elecciones de 2012 no tenía la mayoría necesaria para impulsar la agenda de justicia social.
“Tengan en cuenta que en 2012 gané. Pero no gané diputados, ni recuperamos un montón de gobernaciones. No recuperamos un montón de legisladores estatales. Así que, todas las iniciativas de reforma que se nos ocurrieron y las ideas que se generaron, no pudimos traducirlas en un conjunto de iniciativas tan audaces como yo hubiera querido, porque simplemente no pudimos hacerlas pasar por la legislatura”, precisó.
Durante el segundo mandato de Obama, de 2012 a 2016, Estados Unidos fue testigo de varios casos de disturbios civiles, incluida la violencia contra los negros.
Lo que ha evolucionado desde entonces es la movilización y la institucionalización del movimiento, dijo Obama.