Palestino mata a israelí en ola de violencia en Cisjordania
Un supuesto pistolero palestino balea y mata a un conductor israelí en la ocupada Cisjordania, en el último incidente letal dentro de una nueva ola de violencia que no muestra indicios de calmarse
Un supuesto pistolero palestino disparó y mató a un conductor israelí en la ocupada Cisjordania el lunes, en el último incidente letal dentro de una nueva ola de violencia que no muestra indicios de calmarse.
El deceso ocurrió un día después de que dos israelíes fueron asesinados por un tirador palestino en el norte de Cisjordania, lo que desencadenó una violenta respuesta de colonos israelíes, que quemaron docenas de autos y viviendas en una localidad palestina y un palestino falleció. Fue el peor incidente de este tipo en décadas.
Según el ejército israelí, los atacantes del lunes dispararon contra un auto israelí cerca de la ciudad palestina de Jericó y alcanzaron al conductor.
Los agresores, que iban en un vehículo, siguieron avanzando y volvieron a disparar, indicó el ejército. Después prendieron fuego a su propio auto y huyeron, iniciando una persecución.
El conductor israelí, de 27 años, fue trasladado al Centro Médico Hadassah en Jerusalén, donde más tarde falleció a consecuencia de sus heridas, indicó el hospital. La víctima no fue identificada de inmediato, pero el embajador de Estados Unidos en Israel, Tom Nides, dijo que el hombre tenía la ciudadanía estadounidense.
Antes en el día, Israel despachó a cientos de tropas adicionales al norte de Cisjordania para tratar de restaurar la calma tras la violencia del domingo.
El gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu, el más derechista de la historia de Israel, fue criticado por fracasar a la hora de frenar la violencia y por enviar lo que algunos consideraron mensajes contradictorios. Mientras Netanyahu llamaba a la calma, un miembro de su coalición alabó la violencia de los colonos judíos calificándola de disuasión contra ataques palestinos.
El ejército israelí también recibió críticas por no detener la peor oleada de violencia en décadas.
“El gobierno tiene que decidir qué es”, escribió el veterano comentarista Nahum Barnea en el diario Yediot Ahronot. “¿Está dispuesto a aplicar la ley por igual para árabes y judíos? ¿O es una tapadera para los colonos, que hacen lo que les da la gana en los territorios? Y lo mismo va para el ejército, que hasta el momento no ha lidiado eficazmente ni con el terrorismo palestino ni con el terrorismo judío”.
Los acontecimientos subrayan además las limitaciones de la estrategia tradicional estadounidense hacia el conflicto israelí-palestino: Washington trata de evitar una escalada, pero al mismo tiempo evade la tarea, políticamente costosa, de presionar para que se resuelvan las disputas centrales.
Mientras la violencia arreciaba en Cisjordania, Jordania albergó el domingo un encuentro para tratar de gestionar el conflicto en el que Estados Unidos reunió a funcionarios israelíes y palestinos para elaborar un plan de desescalada.
Los palestinos reclaman Cisjordania, Jerusalén Este y la Franja de Gaza — territorios capturados por Israel en la Guerra de los Seis Días de 1967 — para su futuro estado. En Cisjordania y el este de Jerusalén viven actualmente unos 700.000 colonos israelíes. La comunidad internacional considera que los puestos avanzados israelíes son ilegales y un obstáculo para la paz.
En lo que va de año, 62 palestinos, de los cuales cerca de la mitad estaban afiliados a grupos armados, han sido asesinados por soldados y civiles israelíes. En el mismo periodo, 14 israelíes, todos civiles a excepción de uno, fallecieron en ataques perpetrados por palestinos.
El año pasado fue el más letal para los palestinos en Cisjordania y Jerusalén Este desde 2004, según el grupo israelí de derechos humanos B’Tselem. Casi 150 palestinos murieron en esos territorios. Unas 30 personas del lado israelí perecieron en ataques palestinos.
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Ben Zion informó desde Jerusalén.