Alerta de seguridad en EEUU transformará a vacunados en zombis, según teóricos de la conspiración
Glenn Beck sugiere que el alerta de seguridad señala la inminencia de una guerra nuclear global
Los teóricos de conspiración conservadores al parecer estaban convencidos de que la prueba de alerta de emergencia que se realizó en EEUU ayer iba a transformar en zombis a todos los que están vacunados contra el covid-19.
El Sistema de Alerta de Emergencia Nacional de la FEMA (Agencia Federal de Gestión de Emergencias), que consiste en un estridente pitido parecido al sonido que se escucha en la radio o la televisión antes de un aviso, puso a prueba su capacidad de transmisión el miércoles alrededor de las 2:20 p.m. (hora del Este). La prueba involucró tanto el EAS (Sistema de Alerta de Emergencia) como las WES (Alertas Inalámbricas de Emergencia).
La transmisión del EAS se realizó por radio y televisión y el WEA envió un mensaje de texto a los usuarios de teléfonos móviles que decía: “ESTA ES UNA PRUEBA del Sistema Nacional Inalámbrico de Alerta de Emergencia. No es necesario hacer nada”.
A pesar de que el objetivo de las transmisiones de emergencia es mantener informados y protegidos a los estadounidenses, resulta inquietante que un pitido del EAS interrumpa un momento cotidiano. Surge un cuestionamiento: ¿es para anunciar una tormenta o acaso los rusos decidieron invadir?
Por suerte, los teóricos de la conspiración estadounidenses afirman tener la respuesta: aquellas personas vacunadas se transformarían en zombis.
Según algunas “teorías” que circulan en redes sociales, el sistema del EAS supuestamente iba a activar algún componente de las vacunas contra el covid-19, quizás “nanopartículas”, según un creyente, con intenciones nocivas. Muchos mensajes y vídeos que difundieron este temor sostienen que el alerta iba a activar el óxido de grafeno presente en la vacuna contra el covid-19, aunque las vacunas contra el covid-19 no contienen óxido de grafeno.
El objeto de la conspiración es lo que parecía estar en mayor debate. Algunos teorizaban que se activaría la enfermedad por el virus de Marburgo latente en los vacunados, que les iba a causar síntomas similares a los del ébola antes de que “lamentablemente transforme a algunos en zombis”.
Como toda buena teoría conspirativa que surgió después del 2020, las relacionadas con el EAS mezclan diversas teorías populares para que sean más fáciles de aceptar.
La misma mujer que pensó que aparecerían zombis afirmó que la prueba del EAS se llevaría a cabo usando “5G”, que junto con la vacuna contra el covid-19, ha sido una constante en las teorías conspirativas.
Algunos usuarios sugirieron envolver los teléfonos en papel aluminio (un clásico conspirativo) o esconderlos en microondas o jaulas de Faraday de campos electromagnéticos antes de la prueba. Un usuario de Reddit incluso contó que el dueño de su edificio había notificado a todos los inquilinos su intención de cortar la electricidad en todo el edificio durante tres horas en horario laboral para prevenir posibles efectos adversos.
Según la interpretación del mediático de derecha Glenn Beck, en lugar de afectar a las personas vacunadas contra el covid-19, sugiere, más bien, que el alerta señala que es inminente una guerra nuclear global.
“La FEMA realizará una prueba del sistema de alerta de emergencia a nivel nacional este miércoles. Rusia también está llevando a cabo pruebas de emergencia esta semana en preparación para posibles explosiones nucleares”, declaró Beck. “Pero es SOLO una coincidencia, ¿cierto? Nada de qué preocuparse, ¿¿verdad??”.
Lo que Beck no mencionó es que la ley federal estipula que se deben realizar pruebas del EAS al menos una vez cada tres años. La última prueba se ejecutó el 11 de agosto de 2021, por lo que es poco probable que el alerta sea una respuesta a la agresión rusa en Ucrania.
Jeremy Edwards, el secretario de prensa de la FEMA, habló con The Dispatch Fact Check y aseguró al público que el alerta de este año no resultaría en hordas de muertos vivientes por las calles.
“El único propósito de la prueba es garantizar que los sistemas continúen siendo un medio efectivo para alertar al público en el caso de emergencias, en especial las de ámbito nacional”, afirmó. “La FEMA no tiene evidencia de que el alerta perjudique la salud”.
Traducción de Michelle Padilla