Rebeldes hutíes de Yemen derriban dron de EEUU y difunden imágenes que muestran los restos
Los rebeldes hutíes de Yemen afirmaron el sábado haber derribado otro de los drones MQ-9 Reaper del ejército estadounidense, difundiendo imágenes de partes que se correspondían con piezas conocidas del dron.
Los hutíes dijeron que derribaron el dron con un misil tierra-aire, parte de una renovada serie de ataques realizados esta semana por los rebeldes después de una relativa pausa en su campaña de presión sobre la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza.
El teniente coronel de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, Bryon J. McGarry, portavoz del Departamento de Defensa, reconoció el sábado a The Associated Press que “un dron MQ-9 de la Fuerza Aérea estadounidense se estrelló en Yemen”. Dijo que se estaba llevando a cabo una investigación, sin dar más detalles.
Los hutíes describieron el derribo como ocurrido el jueves sobre su bastión en la provincia de Sadah.
Las imágenes difundidas por los hutíes incluían lo que describieron como el lanzamiento del misil dirigido al dron, con un hombre fuera de cámara recitando el lema de los rebeldes tras ser alcanzado: “Dios es el más grande; muerte a Estados Unidos; muerte a Israel; malditos sean los judíos; victoria del Islam”.
Las imágenes incluían varios primeros planos de partes del dron que tenían el logotipo de General Atomics, que fabrica el dron, y números de serie correspondientes a piezas conocidas fabricadas por la empresa.
Desde que los hutíes se apoderaron del norte del país y de su capital, Saná, en 2014, el ejército estadounidense ha perdido al menos cinco drones a manos de los rebeldes contando el derribo del jueves: en 2017, 2019, 2023 y este año.
Los drones Reaper, que cuestan unos 30 millones de dólares cada uno, pueden volar a altitudes de hasta 15.000 metros (50.000 pies) y tienen una autonomía de hasta 24 horas antes de tener que aterrizar.
El derribo del dron se registra cuando los hutíes lanzan ataques contra la navegación en el mar Rojo y el golfo de Adén, exigiendo a Israel que ponga fin a la guerra en Gaza, en la que han muerto más de 34.000 palestinos. La guerra comenzó después que combatientes dirigidos por Hamás atacaron Israel el 7 de octubre, matando a 1.200 personas y tomando a otras 250 como rehenes.
Desde noviembre, los hutíes han lanzado más de 50 ataques contra embarcaciones, secuestrando una de ellas y hundiendo otra, según la Administración Marítima de Estados Unidos.
Los ataques de los hutíes han disminuido en las últimas semanas tras una campaña de ataques aéreos contra los rebeldes, encabezada por Estados Unidos en Yemen. La navegación en el mar Rojo y el golfo de Adén se ha reducido debido al riesgo al que se enfrentan. Las autoridades estadounidenses han especulado que los rebeldes podrían estarse quedando sin armas como resultado de la campaña encabezada por Estados Unidos contra ellos, y tras lanzar drones y misiles constantemente en los últimos meses. Sin embargo, los rebeldes han renovado sus ataques en la última semana.