Teorías de conspiración: Por qué queremos creer cuando los hechos a menudo no están ahí
Desde el temor a que las vacunas contengan microchips hasta el fraude electoral en Estados Unidos, las teorías de conspiración surgen por doquier.
Pero la creencia en teorías conspirativas no es nueva y es bastante común, según décadas de encuestas.
Los psicólogos dicen que las teorías de conspiración sobreviven porque los seres humanos tienen una necesidad básica de explicar el mundo que les rodea.
Cuando algo desafía el entendimiento de las personas, a veces éstas completan lo que no comprenden con sus mejores conjeturas. O, en momentos de incertidumbre, buscan las voces de quienes dicen saber qué ocurre, y eso puede proporcionarles cierto consuelo.
Pensemos en las conspiraciones acerca de que las vacunas contienen microchips. Estas conspiraciones reflejan la preocupación por el ritmo de los avances tecnológicos. Ganaron mucha tracción en un momento especialmente incierto y aterrador, durante los confinamientos por el COVID-19.
Estas teorías pueden hacer que los creyentes sientan que tienen información privilegiada sobre lo que realmente ocurre, aunque no esté respaldada por hechos.
Internet ha facilitado mucho la búsqueda y difusión de estas falsedades. Muchos sitios web y personalidades han adoptado las teorías conspirativas para aprovechar esa necesidad humana natural de atraer audiencias.
Y con tanta información en línea, es difícil saber en qué y en quién confiar.
The Associated Press emprendió un análisis de teorías conspirativas, hablando con expertos en psicología, con personas que hoy creen en esas teorías y con gente que creía en ellas y se decepcionó.
http://apne.ws/R2aDwHj
http://apne.ws/7WO9NA3
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