Vecinos de Trump en Mar-a-Lago inician acciones legales para evitar que se mude cuando deje la Casa Blanca

Trump firmó un acuerdo en 1993 que le prohíbe usar el club privado como residencia permanente.

Mayank Aggarwal
Miércoles, 16 de diciembre de 2020 07:27 EST
Dentro del comedor Mar-a-Lago de Trump: una mirada a la configuración de 32 asientos para que Donald Trump reciba al presidente chino Xi Jinping
Read in English

Los vecinos de Donald Trump en su club privado Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida, no están entusiasmados con la posibilidad de que se mude allí después de la presidencia y han iniciado acciones legales para evitar que la convierta en su residencia permanente una vez que abandone la Casa Blanca.

Los vecinos entregaron una carta de demanda a las autoridades de la ciudad de Palm Beach, dirigida al Servicio Secreto de Estados Unidos, que decía que Trump perdió su derecho legal a vivir permanentemente en Mar-a-Lago debido a un acuerdo que firmó en 1993 cuando convirtió su residencia privada en un club privado.

En 1993, el presidente hizo un trato que prohíbe a cualquiera de los miembros del club pasar más de 21 días al año en las suites para huéspedes del club o quedarse allí por más de siete días consecutivos. En ese momento, se aseguró al ayuntamiento que el presidente no viviría en Mar-a-Lago.

En la carta, un abogado de los vecinos de Mar-a-Lago dijo que el pueblo debería notificar al presidente que no puede usar el club como su residencia, informó The Washington Post.

La carta señala que esto evitaría una “situación embarazosa” en caso de que el presidente se mude al club y luego se le pida que se vaya.

null

Pero el club privado ha sido uno de los favoritos del presidente, ya que viajó allí al menos 30 veces y pasó al menos 130 días durante su mandato.

La carta destacó interrupciones como tráfico atascado y calles bloqueadas debido a los frecuentes viajes de Trump al club.

La historia de mala voluntad del presidente con los lugareños, como su negativa a cumplir con los límites de altura para un mástil de bandera enorme que instaló, tampoco funciona a su favor.

El presidente había firmado un documento otorgando los derechos de desarrollo del club Mar-a-Lago al Fideicomiso Nacional para la Preservación Histórica y bajo este, acordó renunciar a su derecho de desarrollar el club privado o usarlo para “cualquier propósito que no sea club."

La controversia sobre la futura residencia de Trump una vez que deje la Casa Blanca en enero podría ser un dolor de cabeza para el Servicio Secreto de Estados Unidos, que tiene que prepararse para su seguridad.

Thank you for registering

Please refresh the page or navigate to another page on the site to be automatically logged inPlease refresh your browser to be logged in