Víctimas de accidente no pueden demandar a Uber debido a los términos y condiciones de Uber Eats

Georgia y John McGinty, de Nueva Jersey (EE. UU.), estaban en el asiento trasero de un automóvil de Uber cuando el conductor se saltó un semáforo en rojo

Io Dodds
Jueves, 03 de octubre de 2024 17:00 EDT
Prototipo de un automóvil autónomo de Uber en Pittsburgh, Pensilvania (EE. UU.) fotografiado en agosto de 2016. La compañía alegó en un tribunal que no podía ser demandada por un accidente en el que se vio implicado uno de sus conductores debido a una cláusula forzosa en sus términos y condiciones
Prototipo de un automóvil autónomo de Uber en Pittsburgh, Pensilvania (EE. UU.) fotografiado en agosto de 2016. La compañía alegó en un tribunal que no podía ser demandada por un accidente en el que se vio implicado uno de sus conductores debido a una cláusula forzosa en sus términos y condiciones (ANGELO MERENDINO/AFP via Getty Images)
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Una pareja de Nueva Jersey que resultó gravemente herida en un accidente de Uber no puede demandar a la empresa porque pulsaron “Acepto” en una cláusula de arbitraje forzosa, según dictaminó un tribunal.

Georgia y John McGinty estaban en el asiento trasero de un taxi de Uber en marzo de 2022, cuando el conductor se saltó un semáforo en rojo y chocó contra el lateral de otro vehículo, de acuerdo a documentos judiciales.

Georgia McGinty, una abogada matrimonialista, sufrió de múltiples fracturas óseas y tuvo que estar más de un año de baja laboral; por otro lado, John McGinty necesitó cirugía y un injerto óseo para solucionar sus fracturas.

Sin embargo, el 20 de septiembre, tres jueces de Nueva Jersey validaron el argumento de Uber de que los McGinty habían renunciado a su derecho a un juicio cuando Georgia, o su hija menor de edad, dijeron que sí a una ventana emergente que apareció a pantalla completa en Uber Eats, la aplicación hermana de Uber, en la que se les presentaban los términos y condiciones actualizados mientras intentaban pedir comida.

Un conductor de entregas a domicilio de Uber Eats
Un conductor de entregas a domicilio de Uber Eats (Jon Super/PA Wire)

“Usted y Uber acuerdan que cualquier disputa, demanda o controversia que surja de o esté relacionada con su acceso o uso de los Servicios en cualquier momento (...) se resolverá mediante arbitraje individual vinculante entre usted y Uber, y no en un proceso judicial”, se expresa en el acuerdo.

En un comunicado enviado al sitio web Law & Crime, los McGinty declararon estar “sorprendidos y descorazonados” por la decisión.

“Nos horrorizan las implicaciones que tiene la decisión del tribunal: una gran corporación como Uber puede evitar ser demandada en un proceso judicial por clientes lesionados debido a un lenguaje contractual enterrado en un acuerdo de usuario de una docena de páginas sobre servicios no relacionados con el que causó las lesiones de los clientes”, expresaron los McGinty.

“El contenido, formato y presentación [del acuerdo] (docenas de páginas en la pantalla de un iPhone durante un pedido de comida a domicilio) hacen que para cualquier persona sea imposible entender a qué derechos están renunciando o qué tan drásticas podrían ser las consecuencias”, continuaron.

Este es el último caso que arroja luz sobre el uso de los acuerdos de arbitraje forzosos por parte de grandes corporaciones; acuerdos que la mayoría de los consumidores, según reportes, no tendrían conocimiento de haber firmado.

En agosto, se produjo una protesta pública por el intento de Disney de desestimar la demanda del esposo de una mujer que murió tras sufrir una reacción alérgica extrema a una comida que, según el personal de un restaurante de la empresa, no contenía alérgenos.

Visitantes de Magic Kingdom en el resort Walt Disney World, en Florida, EE. UU.
Visitantes de Magic Kingdom en el resort Walt Disney World, en Florida, EE. UU. (Orlando Sentinel)

Inicialmente, los abogados de Disney habían argumentado que el esposo no podía demandar debido a una cláusula de arbitraje en las bases y condiciones de una prueba gratis de Disney+ a la que el hombre se había suscrito en 2019.

En el caso de Uber, los McGinty dijeron en el tribunal que no recordaban haber visto la ventana emergente con los términos y condiciones, y que había sido su hija quien había aceptado el acuerdo cuando pedía comida a domicilio, mientras la familia se preparaba para un viaje de esquí.

Un tribunal de menor autoridad dictaminó que la cláusula de Uber era inaplicable porque “no informaba al demandante de una forma clara y sin ambigüedades sobre su renuncia al derecho de presentar sus reclamaciones en un juicio”.

Sin embargo, los jueces de apelación favorecieron el argumento de Uber de que Georgia McGinty había delegado autoridad en su hija al darle el teléfono y permitirle hacer un pedido, y que la edad de la joven era irrelevante porque había marcado una casilla afirmando tener al menos 18 años.

Traducción de Sara Pignatiello

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