Un vuelo a conferencia de paramédicos en Toronto se convierte en emergencia real para uno de ellos
El exparamédico Peter Carlson todavía tiene dificultades para poner en perspectiva la estremecedora experiencia que él y 79 personas más que iban a bordo del vuelo 4819 de Delta Air Lines experimentaron a principios de esta semana.
El hombre de 40 años de edad esperaba llegar a Toronto, donde iba a hablar en una convención de jefes de paramédicos de Ontario. Pero en un abrir y cerrar de ojos, estaba colgado, sujeto únicamente por su cinturón de seguridad— mirando hacia el techo del avión, tratando de evaluar el caos que había a su alrededor.
Mientras la sangre fluía de una herida en la parte posterior de la cabeza de Carlson, se dio cuenta que había otros pasajeros heridos, incluido uno que estaba atrapado debajo de un asiento detrás de él. Había un olor abrumador a combustible de avión que se filtraba por la ventana junto a su asiento, cerca del ala derecha del avión, que se había desprendido durante el aterrizaje forzoso del lunes en el Aeropuerto Internacional Pearson de Toronto.
“Fue un impacto fuerte, un movimiento lateral y de repente simplemente se volcó”, comentó Carlson a The Associated Press el miércoles. “Y la única misión era salir”.
El amigo de Carlson y presidente de la convención, Michael Nolan, de 53 años, estaba esperando para recogerlo cuando vio una columna de humo negro a lo lejos. “¿Estás bien? Algo está pasando en la pista”, le envió un mensaje de texto a Carlson, sin darse cuenta de que estaba a bordo de ese avión.
Carlson respondió que estaba en la pista.
Al principio, Nolan pensó que eso significaba que el avión de Carlson había aterrizado. Luego, su amigo envió otro mensaje en el que adjuntó una fotografía de los demás pasajeros evacuando el avión volcado.
“Mi corazón se hundió... saber que esa era su realidad fue absolutamente impactante para mí y lo hizo más real”, comentó Nolan, un jefe de paramédicos en un condado al norte de Ottawa.
En lugar de simplemente asistir a una convención sobre el papel que juegan los paramédicos en el mundo, los dos hombres se encontraron en medio de una emergencia real.
Nolan se apresuró a un área de triaje para ayudar a atender a los pasajeros heridos, y saludó a su amigo de más de una década con un gran abrazo.
Los instintos de paramédico de Carlson también se activaron, a pesar de que ha desempeñado un trabajo de oficina durante la última década.
“Me sentí cómodo con la forma en la que mi cuerpo y mente me ayudaron para hacer lo que necesitaba hacer en ese momento”, dijo. “Pude ver la naturaleza objetiva del desafío que teníamos frente a nosotros, que era alejarnos de la amenaza”.
Aunque se le atribuye haber ayudado en la evacuación, Carlson cedió los elogios a los cuatro miembros de la tripulación que guiaron a los pasajeros para que se pusieran a salvo. Que todos hayan sobrevivido lo asombra, especialmente después de ver videos publicados en internet del avión Mitsubishi CRJ-900 que muestran cuando aterriza bruscamente, se desliza por la pista y se volca.
“Incluso sin ver eso, es impresionante”, señaló Carlson y añadió que se lastimó las costillas y tiene varias heridas y moretones en las piernas.
“No sé si merezco entrar en territorio de milagros, pero se siente...”, agregó e hizo una pausa para encontrar la palabra adecuada. “Es asombroso. Es asombroso”.
El último de los 21 pasajeros heridos fue dado de alta del hospital el jueves.
Las heridas y moretones sanarán, pero el trauma mental dejó a Carlson preguntándose si podría reunir suficiente determinación el miércoles para aún así dar su discurso.
“Me tomó mucha motivación personal salir de mi habitación”, dijo. “Esta mañana, simplemente no pude. Estaba bastante emocional por toda esta situación y realmente sólo quería estar en casa”.
Y, sin embargo, Carlson lo hizo y pronunció un discurso de 20 minutos en el que delineó su trayectoria y las influencias en la paramedicina, la importancia del trabajo y la diferencia que pueden hacer los paramédicos.
Cualquier ansiedad que haya sentido no se notó.
Aunque Carlson anhelaba estar de regreso en Minneapolis, Minnesota, con su esposa y tres hijos, sus nervios se calmaron al estar entre su familia laboral de paramédicos y Nolan.
La jefa nacional de la Asamblea de Primeras Naciones, Cindy Woodhouse, dio la bienvenida a Carlson el martes a un círculo de sanación con tambores.
Un día después, el presidente de la asociación de jefes de paramédicos de Ontario, Greg Sage, honró los esfuerzos de Carlson en el avión con un certificado.
“Creo que cada uno de nosotros en esta sala esperaría que si nos enfrentáramos personalmente a lo que Pete enfrentó, responderíamos de manera similar”, señaló Sage. “Creo que nos ha inspirado a todos”.
El viaje de Carlson a Toronto comenzó con un abrazo con Nolan durante un momento muy difícil. Dos días después, los dos compartieron un abrazo más alegre en el escenario después de que Carlson aceptó su premio con una ovación de pie.
“No estuve tan presente los últimos días como esperaba estar”, se disculpó Carlson ante la multitud.
“Dadas las circunstancias tal como se han desarrollado, no puedo pensar en un mejor grupo de personas en términos de cuidarse unos a otros en su comunidad y a mí mismo”, expresó Carlson. “Así que sólo puedo decir un muy grande gracias”.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.