Ghislaine Maxwell: Cárcel es un “infierno en vida”; afirma que dejó de ducharse y que la comida tiene gusanos
La exnovia de Jeffrey Epstein afirma que ha sido víctima de “abuso” por parte de guardias y que la prisión está infestada de ratas
Ghislaine Maxwell afirmó que le dan comida con gusanos adentro y ha dejado de ducharse debido a los “guardias espeluznantes” en lo que describió como su “infierno viviente” dentro de una prisión de la ciudad de Nueva York.
Maxwell, cuyo juicio por tráfico sexual comenzará a finales de este mes, declaró para el Mail on Sunday que ha sido agredida y maltratada por guardias de la prisión, se ve obligada a dormir bajo “luces fluorescentes” y con frecuencia hay presencia de ratas.
En una entrevista desde su celda de la prisión de 10x12 pies (3x3,5 metros) dentro del Centro de Detención Metropolitano en Brooklyn, describió su condición como “débil” y “frágil” y habló de sus temores de que se le negara un juicio justo.
La exnovia y presunta madame del difunto pedófilo Jeffrey Epstein ha estado recluida en régimen de aislamiento en la prisión desde julio de 2020 cuando fue arrestada en New Hampshire.
En repetidas ocasiones se ha quejado de las condiciones dentro de la cárcel y sus abogados afirman que está bajo una vigilancia tan invasiva de los guardias que “rivaliza con las escenas del encarcelamiento del Dr. Hannibal Lecter” en la película The Silence of the Lambs.
A Maxwell se le negó la libertad bajo fianza por cuarta vez la semana pasada.
La socialite británica de cincuenta y nueve años e hija del desacreditado magnate periodístico Robert Maxwell fue acusada de reclutar menores de edad durante una década, de 1994 a 2004, para que el multimillonario Epstein abusara de ellas.
Ella enfrenta los cargos de conspiración y persuasión de menores para viajar y participar en actos sexuales ilegales, y de transportación de menores para participar en actividades sexuales delictivas, debido a que presuntamente preparó de manera sexual y reclutó a menores de edad desde 1994 hasta 1997.
También se le acusa de tráfico sexual de menores, de 2001 a 2004, además de un cargo de conspiración para el tráfico sexual. Maxwell niega todas las acusaciones y se ha declarado inocente, pero se enfrenta hasta a ochenta años de prisión si se le declara culpable.
En su entrevista con Mail on Sunday, se quejó de que no había tenido una “comida nutritiva” en sus dieciséis meses tras las rejas y se había visto obligada a comer “comida podrida”.
“He sido víctima de agresiones y abusos durante casi un año y medio”, declaró. “No he tenido una comida nutritiva en todo ese tiempo. No he dormido sin las luces encendidas, hay luces fluorescentes que me han dañado los ojos, no me han permitido dormir sin interrupciones constantes”.
Ella agregó: “Soy débil, soy frágil. No tengo resistencia. Estoy cansada. Ni siquiera tengo zapatos que me calcen bien”.
“Me dan comida podrida. Una manzana tenía gusanos. No se me ha permitido hacer ejercicio”.
Ella comparó algunas de las comidas con Chernóbil, el peor desastre nuclear de la historia, y se quejó de los plátanos “negros reblandecidos” y el pan “húmedo”. “Me han dado comida tan sobrecalentada que parecía Chernóbil después de la lluvia radiactiva”.
Y agregó que "solía tomar una ducha todos los días, pero me detuve por los guardias espeluznantes que se quedan cerca y me miran todo el tiempo".
“Solía ir al baño donde había un desagüe de alcantarillado abierto y una rata amistosa me visitaba con frecuencia”, comentó. “Le dije a los guardias, pero no se hizo nada al respecto hasta que la rata salió y se fue contra un guardia, que gritó de terror. Al final, se cubrió el desagüe de la alcantarilla”.
Maxwell también describió los intentos de los guardias de la prisión de intimidarla, incluida una vez en que denunció que la “amenazaron con un castigo cuando usé un lazo para el cabello para asegurar mis documentos legales”.
Pero a pesar de sus afirmaciones, aseguró que da clases de cocina a algunos de los guardias y que bromean y juegan al “escondite”.
Maxwell también expresó que teme que será “imposible” para ella obtener un juicio justo debido a la cobertura “abrumadoramente negativa” que los medios hacen del caso.
“Estoy aterrorizada de que la cobertura tan negativa envenene a mi grupo de jurados y afecte el resultado de mi juicio, a pesar de la evidencia que confío probará mi inocencia”, agregó. “Espero tener mi día en el tribunal para demostrar que no participé en los crímenes de Epstein. Soy inocente”.
La selección del jurado de Maxwell comenzará el lunes, y la fecha de inicio del juicio es el 29 de noviembre.
Maxwell fue arrestada once meses después de que Epstein se quitara la vida en una celda de la prisión de Manhattan en agosto de 2019 mientras esperaba el juicio por cargos de tráfico sexual.
The Independent se comunicó con la Oficina Federal de Prisiones en busca de comentarios sobre las afirmaciones de Maxwell de cómo se le ha tratado en el Centro de Detención Metropolitano.