Fallece Tongolele la gran bailarina de la Época de Oro del cine mexicano
Tongolele, la bailarina estadounidense que cambió la escena nocturna en la Ciudad de México de mediados del siglo XX con sus movimientos de cadera al son de los tambores y se convirtió en un ícono de la Época de Oro del cine mexicano, falleció a los 93 años.
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México anunció el deceso el lunes en su cuenta de X, antes Twitter. “Su presencia en el escenario y su estilo único la consolidaron como un referente del entretenimiento en México. Descanse en paz”, señaló. Diversos medios de comunicación reportaron que murió el domingo por la noche.
Tenía una belleza inconfundible con mechón de cabello blanco, ojos felinos que cambiaban de color entre azul, verde y violeta, así como un imponente físico. El hecho de mostrar el ombligo ante el público le valió ser atacada por la Liga de la Decencia, que consideraba inapropiado su espectáculo, pero nunca le avergonzó presentarse con sus pareos y pequeños atuendos.
“Lo único que descubrí era el ombligo. Estaba tapado lo más importante”, dijo Tongolele a The Associated Press en una entrevista en su casa en la colonia Condesa en 2014. “Hay que bailar libre, pero hay que tener el oído para hacerlo”.
La vedette se mantuvo activa hasta sus últimos años, compartió con expresidentes como el mexicano Ernesto Zedillo, escritores como Octavio Paz, músicos como su amiga Celia Cruz y la gran actriz María Felix.
“Nunca pensé, ‘yo quiero ser famosa’. Yo nada más quería bailar”, dijo. “Ni me daba cuenta que ya de pronto era estrella del show, ni sabía que yo tenía éxito, nada más estaba feliz bailando”, expresó a AP luciendo una imagen inmune al paso del tiempo.
Nació el 3 de enero de 1932 en Spokane, en el estado estadounidense de Washington. Su nombre verdadero era Yolanda Ivonne Montes Farrington. A los 15 años, mientras vivía en California, le ofrecieron trabajo como bailarina. Meses después llegó a presentarse en México, en Tijuana y en Mérida, y de ahí arribó a la capital, donde su jefa, que según recuerda se sentía algo celosa de ella, la obligó a usar un nombre artístico. Con ayuda de los bongoseros que la acompañaban, eligió Tongolele, un nombre inspirado en la cultura africana y tahitiana, y así comenzó a trabajar en los principales teatros de la capital.
Fue sólo cuestión de tiempo que su fama se ampliara al cine y una vez en la industria bastaron sólo dos películas (“Nocturno de amor” y “La mujer de otro”) para que su nombre llegara al título de un filme de la Época de Oro: “Han matado a Tongolele”. Tras esto participó en la paradigmática “El rey del barrio” con Tin Tan y en el clásico “Había una vez un marido”, con Pedro Infante, a quien recordaba como muy apuesto. Arturo de Córdoba y Pedro Armendáriz fueron otros de los astros del cine mexicano con los que compartió.
“Estaba haciendo a veces cine, teatro, cabaret, todo junto. No sé cómo lo hice, quizá por ser muy joven y saludable”, dijo Tongolele, quien contó que además de llevar una dieta con la mayor diligencia no fumaba ni tomaba, sólo “de vez en cuando un tequila chiquito que me dura toda la noche”.
Su carrera también la llevó a vivir un año en Argentina, otro en Chile y tres en Cuba, pero mantuvo su residencia fija en México, donde vivió con su esposo, el fallecido músico cubano Joaquín González apodado “El mago del Tambor”, así como con sus hijos mellizos Rubén y Ricardo, quienes le sobreviven.
“Desde que vine a México estaba enamorada de todo el colorido de México, decía, ‘el país de colores’ … es hermoso”, señaló a AP.
Tongolele recibió la presea Agustín Lara por su trayectoria artística y un homenaje por sus 65 años de trayectoria en 2012 en el Teatro de la Ciudad “Esperanza Iris”. También solía hacer esculturas y pintar, llegando a exponer sus obras. En televisión participó en “Salomé”, “La pasión de Isabela” y “Teatro follies”.