Nueva ley permitirá que se realicen cesáreas fuera de hospitales en Florida
Algunos médicos han señalado que realizar cesáreas en clínicas privadas dirigidas por médicos aumentará los riesgos para las mujeres y los bebés, ya que incluso las pacientes de bajo riesgo “pueden llegar a requerir procedimientos especializados que les salve la vida ante una emergencia médica”
Florida ha aprobado una ley que permitirá que se realicen algunas cesáreas fuera del ámbito hospitalario. No obstante, varios médicos cuestionan si las clínicas independientes podrán brindar atención obstétrica de calidad en situaciones de urgencia.
El gobernador Ron DeSantis aprobó en marzo la legislación que permitirá a las clínicas de maternidad privadas realizar cesáreas planificadas de bajo riesgo, como parte de un esfuerzo por ampliar el acceso a la atención sanitaria materna en el estado.
En el marco del cierre de las unidades de maternidad en varios hospitales del estado, un informe de 2023 indicó que alrededor del 19 % de los condados de Florida están completamente “despojados de servicios de atención sanitaria materna”.
Sin embargo, varios profesionales de la salud advierten que la nueva iniciativa, que forma parte del llamado paquete legislativo “Live Healthy” de Florida, aumentará los riesgos de complicaciones para las embarazadas y los bebés.
“Nos preocupa seriamente que este modelo de atención médica socave nuestros esfuerzos colectivos por mejorar la salud maternoinfantil”, declaró Mary Mayhew, directora general de la Asociación de Hospitales de Florida a, KFF Health News. “Desde una perspectiva médica, no sería la mejor forma de brindar atención médica segura durante el trabajo de parto y el parto en sí”.
La tasa de mortalidad materna de Florida fue de 40,2 por cada 100.000 nacimientos en 2022, casi el doble que la media nacional de 22,3 por cada 100.000 nacimientos.
La tasa de cesáreas del estado fue del 35,9 % en 2022, lo cual es ligeramente superior a la media nacional del 32 %.
La nueva ley estipula que las clínicas de maternidad tengan como directores médicos a un obstetra y un anestesista titulados; suscriban un acuerdo por escrito con un servicio de banco de sangre de urgencias; dispongan de protocolos adecuados para la gestión de hemorragias obstétricas; y sigan las normas de la agencia sanitaria estatal.
Si bien se exige que los centros de maternidad tengan un acuerdo de transferencia con un “hospital cercano”, no se indica la máxima distancia que se permite entre la clínica y el hospital.
Junto con las cesáreas de bajo riesgo, una clínica de maternidad también puede realizar partos vaginales entre las semanas 37 y 41 de gestación, y partos vaginales en pacientes que han tenido cesáreas anteriormente.
Cabe destacar que para evitar posibles complicaciones, las mujeres con embarazos de alto riesgo no pueden acudir a las clínicas independientes para someterse a cesáreas.
Pero incluso las pacientes de bajo riesgo “pueden llegar a requerir procedimientos especializados que les salve la vida ante una emergencia médica”, declaró a KFF Health News el Dr. Cole Greves, presidente de la sección de Florida del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos.
“Incluso si existiera regulación más extensiva, [las clínicas de maternidad] no podrían garantizar el nivel de atención médica que recibirían las pacientes en un hospital”, agregó.
Hasta ahora no se ha abierto ninguna clínica de partos en Florida, pero al menos un consorcio, Women's Care Enterprises, está considerando la posibilidad de inaugurar una unidad. Dicho sea de paso, la misma empresa presionó a la legislatura estatal para realizar el cambio de ley.
Las clínicas de maternidad independientes se están convirtiendo en una opción cada vez más popular entre las embarazadas de bajo riesgo en Estados Unidos, ya que ofrecen una experiencia intermedia entre el parto en casa y el parto en el hospital.
Traducción de Anna McDonnell