Un gato radioactivo despierta alarmas en Japón; ¿qué pasa si la gente lo toca?
Debido a este hecho, las autoridades locales han emitido una alerta a la gente para que, en caso de ver al animal, no se acerquen a él
Un gato que se hallaba en la ciudad de Fukuyama, en Japón, ha llamado la atención de las autoridades del país nipón. El animal, en algunos casos doméstico, cayó por accidente en una tina con cromo hevalente, una sustancia altamente tóxica.
Según expertos, este ingrediente es potencialmente cancerígeno para la población.
Debido a este hecho, las autoridades locales han emitido una alerta a la gente para que, en caso de ver al animal, no se acerquen a él. Entrar en contacto con el minino podría provocar quemaduras, irritación en la piel y, en casos más extremos, hasta cáncer.
Los hechos ocurrieron el pasado 12 de marzo, cuando el gato de pelaje marrón se hallaba en el patio de la fábrica Nomura Plating; y según consta en cámaras de videovigilancia, el animal se subió a una cerca y después brinco hacia la tina con residuos tóxicos.
Hasta el 15 de marzo, las autoridades habían emprendido una campaña intensa para hallar al gato; pero no habían tenido suerte.
El cromo hexavalente es una sustancia altamente tóxica que se utiliza en distintos procesos industriales, desde la fabricación de cuero, acero e, incluso, de distintos textiles.
Según informó el diario The New York Times, la representante de Nomura Plating, Motonari Ibaraki, las huellas del minino fueron descubiertas la mañana del pasado lunes por un empleado y se localizaban cerca del tanque tóxico. En el vídeo, se pudo apreciar al gato huyendo de la industria a las 21:30 horas de la noche anterior.
Uno de los mensajes que se ha propagado rápidamente entre la población japonesa es “no tocar al gato y llamar inmediatamente a las autoridades”. El mensaje fue secundado y difundido por la División de Conservación del Medio Ambiente de la ciudad de Fukuyama.
Algunas versiones han apuntado a que el gato podría estar muerto debido a la exposición a la fábrica de residuos tóxicos. “No creo que sobreviva”, sugirieron algunos expertos.