Genaro García Luna se declara inocente de cargos de narcotráfico
Los cargos incluyen el tráfico de 5,000 kilogramos de cocaína en diciembre de 2008, 23,000 kilogramos en octubre de 2007, además de asociación delictiva para obtener, distribuir e importar cocaína
El exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, se declaró inocente el miércoles de nuevos cargos de tráfico de drogas.
Durante una audiencia judicial por vídeo a la que los periodistas tuvieron acceso por teléfono, el juez Brian Cogan, de la corte del distrito este de Nueva York, le leyó al exfuncionario mexicano los cinco cargos que enfrenta ahora después de que un jurado investigador lo declarara culpable de nuevos delitos.
Los cargos incluyen el tráfico de 5,000 kilogramos de cocaína en diciembre de 2008, 23,000 kilogramos en octubre de 2007 y otros 19,000 kilogramos en marzo del mismo año, además de otras tres operaciones de droga en el 2002 y 2003.
También se le acusa de asociación delictiva para obtener, distribuir e importar cocaína y de haber mentido en el 2018 a las autoridades fronterizas estadounidenses al decir que jamás había cometido un crimen.
García Luna, quien fue secretario de Seguridad Pública desde fines de 2006 a 2012 bajo el gobierno del expresidente Felipe Calderón, se ha declarado inocente en el pasado de las acusaciones de los fiscales estadounidenses, quienes alegan que recibió enormes cantidades de dinero por parte del cartel de Joaquín “El Chapo” Guzmán a cambio de permitir que éste traficara cocaína a sus anchas.
García Luna vivía en Miami cuando fue arrestado en diciembre de 2019 y está preso en Nueva York.
La fiscalía dijo al juez la semana pasada que ha producido más de 189,000 páginas con pruebas contra García Luna y que éstas muestran comunicaciones que fueron interceptadas, transacciones financieras y documentos recibidos por parte de las autoridades mexicanas, entre otras cosas.
El fiscal Michael Robotti avisó al juez, a través de una carta disponible en el sistema electrónico de la corte, que se presentarán más pruebas y que éstas contendrán datos que García Luna tenía grabados en sus aparatos electrónicos en el momento de su arresto.
El gobierno estadounidense también ha dicho que espera que el juicio contra García Luna dure de dos a tres meses y que pedirá que se arme un jurado compuesto por personas que se mantendrán anónimas, sin que sus nombres puedan hacerse públicos. El juez Cogan fijó el miércoles el 7 de diciembre como la fecha para la próxima audiencia.
El proceso judicial de García Luna enfrenta continuos retrasos debido a la pandemia del COVID-19. La audiencia del miércoles no se llevó a cabo en persona como parte de las medidas de seguridad para evitar propagar el virus.
El abogado de García Luna, César de Castro, se ha quejado repetidamente de no poder acceder de forma adecuada a su cliente en la cárcel donde éste se encuentra para poder revisar con él las pruebas.
La audiencia del miércoles fue cancelada temporalmente por Cogan después de continuas interferencias y ruido que se oía en la llamada debido a la enorme cantidad de gente y periodistas que se conectaron a escuchar.
Cogan reanudó la audiencia minutos después, avisando a los periodistas de que si no cumplían con las normas de la corte de mantener sus aparatos enmudecidos, enfrentarían sanciones como, por ejemplo, quedar excluidos de futuras audiencias.
Los fiscales también ha dicho que la pandemia ha supuesto obstáculos para que puedan reunirse con posibles testigos para el juicio. Estos se encuentran en prisiones, donde el acceso ahora es limitado.
Durante el juicio a “El Chapo” celebrado a fines de 2018 e inicios de 2019 en Nueva York, el jurado escuchó al exmiembro del Cartel de Sinaloa, Jesús Zambada, testificar que entregó personalmente por lo menos seis millones de dólares a García Luna en pagos clandestinos a nombre de su hermano mayor, el jefe del cartel Ismael “El Mayo” Zambada.
El testigo dijo que se reunió con García Luna en un restaurante entre 2005 y 2006. Jesús Zambada declaró que le dio una maleta con tres millones de dólares en el lugar. En ese momento García Luna estaba a cargo de la agencia federal de investigación de México. En una segunda reunión en 2007, cuando García Luna ya era secretario de Seguridad Pública, Zambada dijo que le dio otra maleta con entre tres y cinco millones de dólares.
De Castro ha dicho repetidamente que las acusaciones de Zambada fueron “absurdas” y que no existen pruebas de esas reuniones.