Gobierno de Perú quiere que hombre más longevo del mundo obtenga récord Guinness
El hombre identificado como Marcelino Abad Tolentino es residente de la ciudad de Huánuco y, durante varias décadas vivió como un ermitaño, según refiere el Gobierno de su país; nació en 1900 y a los siete años quedó huérfano
El Gobierno de Perú está trabajando a marchas forzadas para lograr que Marcelino Abad Tolentino, un ciudadano de 124 años de edad, obtenga el récord Guinness como “el hombre más lóngevo del mundo”. El sujeto también es conocido por su pueblo natal de Huánuco como “Mashico”.
Actualmente, ese récord lo ostenta un hombre identificado como John Alfred Tinniswood, nacido en la ciudad de Liverpool, con 111 años y 224 días de vida. El anuncio lo hizo Guinness el pasado 6 de abril, cuando el hombre llevaba dos días de fallecido.
En un comunicado de prensa, el Gobierno peruano refirió: “Marcelino aprendió a alimentar su cuerpo y alma con insumos de la Madre tierra que, combinados con su buen humor y serenidad lo han convertido en el peruano más longevo, y por ello, Pensión 65 y el Gobierno Regional de Huánuco están gestionando su postulación a los Guinness World Records”.
De acuerdo con la Administración de Perú, Tolentino es pensionado del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social desde 2019, por lo que sus registros están disponibles para todo aquel que pudiera dudar de la veracidad de su fecha de nacimiento.
En aquel año, las autoridades lograron ubicar al hombre en la provincia de Ambo, e hicieron gestiones para que el Gobierno le entregara su número nacional de identidad. Gracias a ello, Marcelino pudo acceder a servicios del Estado a través del Programa Nacional de Asistencia Solidaria Pensión 65.
La historia de Marcelino es un tanto dramática. El huanuqueño vivió por décadas aislado “como un ermitaño”, detalla la misiva de su país natal. Nació en 1900 y es conocido por la solidaridad que guarda su corazón y así ha hecho buenos amigos en la Casa Hogar que comparte con 28 adultos mayores desde el año 2022.
Marcelino confesó que, algunos de los secretos para no padecer ninguna enfermedad, ha sido comer los frutos de la naturaleza; también le agrada “comer carne de carnero y masticar hojas de coca y cal, un hábito desde sus jornadas de trabajo”.