Hong Kong condena a cardenal católico y otras cinco personas
Hong Kong condena a un cardenal y a otras cinco personas en relación con un fondo, ya desaparecido, que pretendía ayudar a las personas detenidas durante las amplias protestas de hace tres años
Un cardenal católico de 90 años y otras cinco personas de Hong Kong fueron condenadas a pagar una multa tras ser declaradas culpables el viernes de no haber registrado un fondo, ya desaparecido, que pretendía ayudar a las personas detenidas durante las amplias protestas de hace tres años.
El cardenal Joseph Zen, un obispo jubilado y defensor de la democracia de la ciudad, llegó al tribunal vestido de negro y usando un bastón. Fue arrestado por primera vez en mayo bajo sospecha de colusión con fuerzas extranjeras en virtud de una Ley de Seguridad Nacional impuesta por Beijing. Su arresto conmocionó a la comunidad católica, pero el Vaticano se limitó a declarar que estaba siguiendo de cerca el desarrollo de la situación.
Aunque Zen y otros activistas en el juicio aún no han sido acusados de cargos relacionados con la seguridad nacional, fueron inculpados por no registrar correctamente el llamado Fondo de Ayuda Humanitaria 612, que ayudó a pagar los honorarios médicos y legales de manifestantes arrestados a partir de 2019. El fondo cesó sus operaciones en octubre de 2021.
Zen, junto con la cantante Denise Ho, el académico Hui Po Keung y los exlegisladores prodemocráticos Margaret Ng y Cyd Ho fueron fideicomisarios del fondo. Cada uno fue condenado a pagar una multa de 4.000 dólares de Hong Kong (512 dólares estadounidenses). Un sexto acusado, Sze Ching-wee, era el secretario del fondo y fue multado con 2.500 dólares de Hong Kong (320 dólares).
La ley llamada Ordenanza de Sociedades exige que las organizaciones locales se registren o soliciten una exención en el plazo de un mes a partir de su establecimiento. Quienes no lo hagan enfrentan a una multa de hasta 10.000 dólares de Hong Kong (1.273 dólares), sin pena de cárcel, en la primera condena.
Al emitir el veredicto, el magistrado principal Ada Yim falló que el fondo estaba obligado a registrarse, ya que no tenía fines puramente benéficos.
El juicio era relevante, pues fue la primera vez que unos residentes de la ciudad tuvieron que enfrentar cargos por no registrarse en virtud de la ordenanza, precisó Ng a los periodistas después de la audiencia.