¿Qué está pasando con el conflicto por el control de la frontera entre Biden y Abbott?

Hace unos días, la Corte Suprema de EEUU declaró improcedente la edificación de una barrera improvisada con alambres de púas en Texas, pues la declaraba de gran riesgo para los migrantes que intentaran cruzar hacia territorio norteamericano de manera irregular.

Esta batalla cuesta arriba entre el presidente de EEUU, Joe Biden; y el actual gobernador de Texas, Greg Abbott, ha traído un sinfín de represalias en los días posteriores, pues la frontera sur con México se ha convertido en un campo de batalla en el que los viajeros son los únicos afectados.

Cabe mencionar que, desde su arribo al Poder Estatal, Abbott se ha decantado en contra de los migrantes indocumentados. Según autoridades, la barrera de púas en el área de Eagle Pass, en Texas, ha incrementado el número de personas que murieron por ahogamiento. En lo que va del año 2024, una mujer y dos niños fueron hallados sin vida en el caudal por autoridades mexicanas; este hecho ocurrió el pasado 12 de enero.

Luego de que el máximo tribunal del país permitiera a las autoridades federales “cortar la barrera de alambre” para auxiliar a los migrantes que intentaran cruzar, si es que su vida corriera riesgo, el Gobierno de Texas ha reforzado sus medidas de seguridad en el área.

Esto a pesar de que la Patrulla Fronteriza intentara colocar equipo de vigilancia en las inmediaciones de Shelby Park; la Guardia Nacional de Texas impidió el paso a los elementos del orden federal. Hasta ahora se desconoce si fue por órdenes de Abbott, pero las fuerzas texanas cercaron con alambre de púas el acceso a la misma zona.

Fue hasta el 15 de enero, que la administración de Biden presentó un documento en la Corte Suprema que incluía detalles de ahogamientos de migrantes —incluidos los más recientes del 12 de enero—, así como el rescate de dos más el mismo día.

La administración federal reiteró que, “es imposible decir qué podría haber sucedido si la Patrulla Fronteriza hubiera tenido su acceso anterior al área, incluso a través de sus camiones de vigilancia que ayudaron a monitorear el área”.

El 17 de enero era el día límite para que las autoridades de Texas detuvieran su bloqueo en Eagle Pass, según lo estableció el Departamento de Seguridad Nacional de EEUU. En caso de no cumplir, la dependencia “remitiría el asunto al Departamento de Justicia para que tome las medidas apropiadas”. En una respuesta que, muchos analistas tildaron de “soberbia”, el fiscal general de Texas, Ken Paxton, dijo “Texas no se rendirá”; y nuevamente le impidieron el paso a la Patrulla Fronteriza.

El pasado 22 de enero, la Corte Suprema volvió a someter la seguridad nacional en la frontera sur entre México y EEUU; y en un resultado de 5-4 se aprobó que se retire el alambre de púas instalado por el gobernador Abbott. “En lugar de ayudar a reducir la migración irregular, el Estado de Texas solo ha dificultado que el personal de primera línea haga su trabajo y aplique las consecuencias previstas por la ley”, dijo el Departamento de Seguridad Nacional.

Un día después, los agentes de la Guardia Nacional tampoco tuvieron acceso a Eagle Pass; como si se tratara de una espiral de violaciones a las modificaciones a la ley, el Gobierno de Texas se rehúsa a acatar las normas de la Corte Suprema.

Fue hasta el pasado 26 de enero cuando el Departamento de Seguridad Nacional instó a las autoridades a cargo de Abbott de abrir las áreas correspondientes a Shelby Park para brindar acceso a la Patrulla Fronteriza.