Ejecutan a Iván Cantú en Texas; habría asesinado a su primo y prometida
La madre del occiso pidió clemencia por el caso a la Junta de Indultos y Libertad Provisional e, incluso, espero el indulto del gobernador del estado, pero ninguna de las dos resultó favorable
El 28 de febrero, Iván Cantú –un ciudadano estadounidense de origen mexicano de 50 años– fue ejecutado por el estado de Texas mediante una inyección letal. El hombre fue acusado de dos homicidios, el de su primo y la prometida del mismo.
“Quiero que sepan que nunca maté a James y Amy”, dijo Cantú en su declaración final este miércoles.
Antes de su ejecución, los familiares de Cantú aseguraron que en el caso de Cantú, este fue armado sin evidencia contundente e, incluso, hubo al menos un testimonio, en el que uno de los interrogados aceptó haber mentido.
Cantú pasó 22 años en el corredor de la muerte y dijo en sus últimas palabras que no pensaba que su ejecución fuera traer justicia o paz para las familias.
“Si esto es lo que tiene que pasar o tienen alguna reserva en su mente, entonces que así sea”, dijo Cantú.
El proceso de inyección letal inició el pasado 28 de febrero, en punto de las 18:26 horas y concluyó a las 18:47 horas; en la prisión de Huntsville, Texas. De acuerdo con medios locales, la madre del indiciado, Sylvia, lo visitó ese día y se tomaron una última foto juntos.
Sylvia pidió clemencia por el caso de su hijo a la Junta de Indultos y Libertad Provisional e, incluso, espero el indulto del gobernador del estado, Greg Abbott, pero ninguna de las dos resultó favorable.
Los hechos
En el año 2000, el primo de Cantú identificado como James Mosqueda, y su prometida Amy Kitchen, fueron asesinados en su domicilio. Ambos estaban comprometidos.
Una de las pruebas que encontró la Oficina del Alguacil del Condado de Huntsville fue el hallazgo del vehículo de Mosqueda en la casa de Cantú, luego de que el primero fuera descubierto sin vida. Tras algunas indagatorias, también descubrieron pantalones y calcetines con la sangre de Cantú en su propia casa.
En lo que respecta al arma homicida, esta fue encontrada en otra vivienda, pero tenía las huellas dactilares del hoy inculpado fallecido.
Los testimonios de la prometida de Cantú, Amy Boettcher, y su hermano Jeff fueron claves en la condena de Cantú. Amy dijo que Cantú fue el asesino; mientras que Jeff, dijo que Cantú le había pedido auxilio para ocultar la evidencia y limpiar la escena del crimen.
En un hecho inusitado, Amy murió; y poco tiempo después, Jeff confesó que había mentido a la Corte para proteger a su hermana. Luego, la evidencia contrastó que nunca halló la ropa ensangrentada en la casa de Cantú.
En abril de 2023, la madre de Cantú dijo en una manifestación pública: “Hubo una mala conducta por parte de los fiscales, los testigos fueron preparados, hubo una mala conducta por parte de las autoridades, evidencia que fue manipulada”, según recoge el diario Milenio.
Actualmente, la madre sigue en pie de lucha para esclarecer el caso de su hijo.