Jefe ONU habla de promesas y riesgos para inaugurar una conferencia sobre IA
La agencia de telecomunicaciones de Naciones Unidas comenzó su conferencia anual IA para el Bien con la esperanza de orientar a negocios, consumidores y gobiernos sobre cómo aprovechar el potencial de la nueva tecnología y evitar sus posibles riesgos.
El director general de OpenAI, Sam Altman, cuya empresa creó ChatGPT, estaba entre los líderes tecnológicos reunidos en Ginebra el jueves, el primero de dos días de discursos y charlas sobre aplicaciones de la inteligencia artificial en robótica, medicina, educación desarrollo sostenible y mucho más.
“La inteligencia artificial está cambiando nuestro mundo y nuestras vidas”, dijo en un mensaje en video el secretario general de la ONU, António Guterres, que señaló su potencial en campos como educación y atención médica en lugares remotos, para incrementar la producción de las cosechas y como sistema de alerta temprana ante desastres naturales.
Aunque la inteligencia artificial lleva años en desarrollo, su empleo por parte de los consumidores estalló hace 18 meses, cuando OpenAI lanzó ChatGPT, que destaca entre los sistemas de IA que pueden producir nuevos textos, imágenes y videos a partir de un amplio archivo de textos en internet, libros y otros contenidos.
Otras gigantes tecnológicas como Google, Microsoft y Amazon compiten también con fiereza en IA.
OpenAI ha enfrentado una creciente preocupación sobre la seguridad en su gestión de la IA, lo que ha incluido críticas de directivos de alto nivel que abandonaron la compañía hace poco.
Los expertos advierten que la IA podría disparar la difusión de desinformación en internet: con unos pocos comandos e indicaciones, imágenes y textos generados por computadora podrían inundar las redes sociales y todo internet, difuminando la línea entre la realidad y las noticias falsas.
“Convertir su potencial en realidad requiere que la IA reduzca el sesgo, la desinformación y las amenazas de seguridad, en lugar de agravarlas”, dijo Guterres, que insistió en que también debe ayudarse a los países en desarrollo para que “esgriman la IA por sí mismos” y “conecten a los desconectados” de todo el mundo.