¿Quién es el juez Bruce Schroeder, que preside el caso de Kyle Rittenhouse?
El veterano juez de instrucción de Wisconsin ha estado en el centro del vigilado caso
Mientras los ojos de la nación se mantienen sobre el juicio televisado por doble homicidio de Kyle Rittenhouse, difundido ampliamente a través de las cadenas de noticias y transmitido en línea por los medios de comunicación, los espectadores han escudriñado al juez que preside el caso de alto perfil, el cual ha tocado temas de vigilantismo blanco. protestas por la justicia racial y el propio sistema de justicia penal.
El juez de la corte de circuito del condado de Kenosha, Bruce Schroeder, es el juez de instrucción en activo con más años de servicio en Wisconsin y, a sus 75 años, dice que ha juzgado más casos de homicidio que cualquier juez del estado.
Su comportamiento en la sala del tribunal y sus discusiones con los fiscales han atraído una atención significativa a medida que el juicio llega a su fin, mientras Rittenhouse, el adolescente de Illinois que mató a dos hombres e hirió a otro con un rifle estilo AR-15 cuando tenía 17 años después de las protestas contra la violencia policial en agosto de 2020, enfrenta una sentencia de cadena perpetua forzosa si es declarado culpable de los cargos más graves en su contra.
Los alegatos finales comienzan el 15 de noviembre.
El caso de Rittenhouse se ha apoderado de la ciudad de menos de 200.000 habitantes, sumida en mayores debates sociales y políticos tanto dentro como fuera de la sala del tribunal. El jurado escuchó el testimonio de un autodenominado “comentarista” político de extrema derecha, y los fiscales han tratado de argumentar que las declaraciones hechas por Rittenhouse y su comportamiento tras los disparos enmarcan el estado de ánimo que tenía cuando decidió llevar un rifle a una multitud enardecida el 25 de agosto de 2020.
Rittenhouse ha sido aclamado como mártir y patriota por manifestantes de extrema derecha, además de ser públicamente públicamente por el expresidente Donald Trump. Una fundación iniciada por el teórico de la conspiración del fraude electoral Lin Wood recaudó $2 millones para pagar la fianza de Rittenhouse. Y tanto los legisladores republicanos y demócratas como los funcionarios de la Casa Blanca han intervenido en el caso.
El juez Schroeder ha buscado repetidamente establecer límites firmes en el caso, con un enfoque limitado a los eventos de esa noche, a pesar de los argumentos de que las implicaciones políticas más amplias están inextricablemente vinculadas a él. Mientras tanto, Schroeder ha sido elogiado por comentaristas conservadores, al mismo tiempo que manifestantes por la justicia racial fuera del tribunal han argumentado que sus decisiones pueden afectar la decisión del jurado.
“Este no es un juicio político”, aseveró el juez Schroeder el jueves cuando la corte escuchó el testimonio de un autoproclamado comentador conservador que transmitió en redes lo ocurrido esa noche en las calles de Kenosha. “No sé cómo aislarías la política personal de una persona y determinarías que esa persona va a evaluar la evidencia de una forma u otra".
El testigo apareció en Tucker Carlson Tonight en Fox News horas después.
El miércoles, el juez Schroeder amonestó a los fiscales varias veces por algunas líneas de su interrogatorio, pausó el testimonio para cuestionar la veracidad de las funciones de “pellizcar para hacer zoom” en un iPad para revisar la evidencia en video de Rittenhouse apuntando con su arma, y se olvidó de silenciar el tono de llamada de su teléfono, la canción ‘God Bless the USA’ de Lee Greenwood. Su teléfono sonó desde el estrado por segunda vez el viernes.
Mientras el juicio se abría para el último día de testimonio el jueves, el juez Schroeder señaló que era el Día de los Veteranos y pidió a la gente en la sala que aplaudiera a los veteranos militares, después de darse cuenta de que el único veterano allí era un testigo de la defensa.
Antes del juicio, el juez le recordó al tribunal la regla que ha seguido desde hace tiempo, que prohíbe el uso del término “víctimas” para describir a las personas asesinadas por el acusado, aunque dejó abierta la puerta a palabras acusadas como “disturbios”, “saqueadores” y “antifa”.
“Este no es un juicio político”, dijo el juez Schroeder el 1 de noviembre, cuando se estaba llevando a cabo la selección del jurado. “Fue mencionado tanto por las campañas políticas como por la campaña presidencial el año pasado, en algunos casos de manera muy muy imprudente”.
El juez Schroeder agregó que no quería que el juicio “se desvíe hacia otras cuestiones”, como los derechos de la Segunda Enmienda.
A lo largo del juicio, con miles de ojos observando, el juez Schroeder ha tratado de explicar a fondo sus decisiones y fallos ante el tribunal, en lugar de simplemente desestimar las objeciones y subrayar los elementos de la ley en juego para los espectadores.
“Tiene la reputación de hacer lo que cree que es lo correcto y de ser un pensador independiente”, observó William Lynch, un abogado jubilado que formó parte de la junta de la ACLU (Unión Americana de Libertades Civiles) de Wisconsin cuando el juez Schroeder dictaminó que las trabajadoras sexuales debían hacerse la prueba del VIH, en la década de 1980.
“En un juicio con jurado, si te toca, uno está feliz como abogado defensor”, comentó el abogado de defensa penal de Kenosha, Michael Cicchini, a The Washington Post.
El exfiscal del condado de Milwaukee, Dan Adams, dijo al periódico que el juez Schroeder es “de la vieja escuela, literal y figurativamente”.
El juez Schroeder se graduó de la Facultad de Derecho de Marquette en 1970 y trabajó como fiscal antes de desempeñarse como juez de circuito en 1983. Su mandato actual expira en 2026.
Es conocido por citar la Biblia, a Shakespeare, expresidentes y otros jueces desde el banquillo. Además, jugó una ronda de preguntas al estilo Jeopardy! con los miembros del jurado mientras el juicio de Rittenhouse estaba en marcha.
El juez Schroeder también es consciente de sus deficiencias técnicas y sociales (se llamó a sí mismo un “dinosaurio” el viernes), y se mostró comprensivo con los abogados defensores que intentaron bloquear la evidencia de video ampliada al afirmar que Apple usa “inteligencia artificial” y “logaritmos” para crear “lo que cree que está ahí, no lo que necesariamente está ahí”. El juez Schroeder sugirió que los fiscales proporcionen un testimonio experto para disputar eso.
También afirmó no conocer algunos de los temas planteados durante las audiencias previas al juicio, incluida la banda nacionalista Proud Boys, que ofreció apoyo a Rittenhouse después del tiroteo. En enero, Rittenhouse apareció en una fotografía con presuntos miembros del grupo mientras vestía una camiseta que decía “Free As F***”, haciendo un aparente gesto con la mano de “OK”, el cual se asocia con los nacionalistas blancos. Esa imagen no se mostró al jurado.
“La primera vez que lo vi, o una versión de él, fue al Chef Boyardee en una lata de espaguetis”, dijo el juez Schroeder sobre el gesto con la mano durante las audiencias previas al juicio en septiembre. Decidió que tal evidencia sería demasiado perjudicial.
A principios de este año, una corte de apelaciones desestimó parte de una sentencia que el juez Schroeder impuso contra una mujer condenada por hurto; inicialmente dictaminó que la mujer, mientras estaba en libertad supervisada durante dos años después de una pena de prisión de 15 meses, tenía que informar a cualquier tienda en la que ingresara que estaba bajo supervisión por robo de tiendas.
“No estamos convencidos de que avergonzar o humillar a los acusados con un requisito de notificación pública amplia impuesto por el estado promueva su rehabilitación”, dictaminó la corte de apelaciones.
Tras el juicio por asesinato de Mark Jensen, uno de los juicios de alto perfil del juez Schroeder, una corte de apelaciones y la Corte Suprema estatal determinaron que había permitido indebidamente pruebas en el juicio.
Jensen fue acusado de envenenar a su esposa con anticongelante antes de asfixiarla en 1998. El juez Schroeder, quien se desempeñó como juez de instruccióna casi una década después, dijo que una carta a un vecino donde Julie Jensen, esposa de Mark, indicaba que su esposo sería responsable de cualquier cosa que le sucediera, sería inadmisible, ya que el señor Jensen no podría interrogar a su acusadora, es decir, su esposa muerta.
Los fiscales apelaron el fallo y la Corte Suprema de Wisconsin ordenó que la carta se incluyera como prueba.
En mayo, el tribunal superior del estado desestimó el veredicto de culpabilidad de Jensen y ordenó un nuevo juicio. La carta no se permitirá como prueba.
“Estaba 100 por ciento en lo correcto en primer lugar”, expresó el juez Schroeder en la corte este mes. “Eso fue hace 20 años. El hombre todavía está en prisión. Y el caso ha sido nuevamente revertido debido a las pruebas que la Corte Suprema me dijo que admitiera”.