Lil Tay no está muerta: Influencer dice que alguien hackeó sus redes sociales
Un supuesto comunicado de la familia de la también rapera de 14 años informó de su fallecimiento, así como el de su hermano de 21 años de edad; aunque no revelaron las supuestas causas de los decesos
El pasado 9 de agosto, la presunta muerte de la influencer y rapera canadiense, Lil Tay, acaparo los titulares. La noticia fue tomada por cierta, luego de que un supuesto comunicado de la familia confirmara el fallecimiento tanto de la joven de 14 años como de su hermano de 21 años de edad.
El desplegado nunca reveló las presuntas causas de los decesos, puesto que estos estaban bajo investigación policial:
“Con profunda tristeza, compartimos la devastadora noticia del repentino y trágico fallecimiento de nuestra querida Claire. Este desenlace fue completamente inesperado, dejándonos a todos en un estado de conmoción”.
Al final de la carta, los ‘padres’ expresaron: “Pedimos privacidad, ya que las circunstancias que rodean la muerte de Claire y su hermano todavía están bajo investigación”.
El día siguiente de la publicación de este mensaje a través de la cuenta oficial de Instagram de Tay, fue desmentida por la misma influencer, quien aseguró que un tercero se infiltró en sus comunicaciones privadas y hackeó sus redes sociales.
Tay Tian, el nombre verdadero de la rapera y no Claire Hope como se especuló en la misiva apócrifa, conversó con TMZ y dijo que la situación la afectó “profundamente”; también explicó que recibió un sinfín de llamadas de amigos y familiares para confirmar el hecho. “Solo quiero dejar en claro que mi hermano y yo estamos seguros y vivos”, dijo al medio de comunicación.
Tay acaparó la atención de los internautas en 2018, cuando tenía 9 años, luego de convertirse en una influencer que más presumía dinero, automóviles y otros lujos a través de sus plataformas sociales.
En una de esas publicaciones, Tay documentó la compra de un auto de más de 200.000 dólares. Algo que los internautas tildaron de “absurdo”, dado que ella no tenía edad suficiente para conducirlo; algunos sospecharon que su madre la explotaba, aunque en repetidas ocasiones, ella confesó hacerlo por su propio gusto e interés.
Otros seguidores de Tay secundan la versión que, hasta hace unos meses, había hecho pública la revista Atlantic, la cual aseguraba que el padre de ella, el abogado Chris Hope, recibió una orden judicial en la cual le exigía a la influencer regresar a Vancouver y cerrar sus cuentas de redes sociales. El motivo sería para profesionalizar su carrera a través del registro de su nombre, la emisión de una visa y permiso de trabajo y, además, retomar sus estudios.
Según algunas especulaciones, los padres de Tay estarían en una encarnizada lucha por el control de sus lucrativos negocios e, incluso, por la imagen y representación de la menor. Otros más han sugerido que, debido a la falta de seguidores y la disminución de sus interacciones, Tay y su equipo de trabajo habrían planeado difundir la noticia falsa de su muerte.