Un empleado de Mar-a-Lago llegó a un "acuerdo con los fiscales" en el caso de los documentos de Trump
Un empleado informático de Mar-a-Lago llegó a un acuerdo de cooperación con los fiscales federales el verano pasado como parte de la investigación sobre la retención de documentos clasificados de Donald Trump en su propiedad en Florida
Según su exabogado, un empleado de TI de Mar-a-Lago llegó a un acuerdo de cooperación con los fiscales federales el verano pasado para brindar testimonio sobre la investigación sobre la retención de documentos clasificados por parte de Donald Trump en su propiedad en Florida.
Stanley Woodward, exabogado del funcionario informático en cuestión, reveló la noticia en una presentación judicial. El Departamento de Justicia señaló que Woodward tenía un potencial conflicto de intereses debido a su representación de otra figura clave en la investigación de Mar-a-Lago, el aparcacoches de Trump, Walt Nauta.
Por lo general, un acuerdo de cooperación obliga a una persona a colaborar en una investigación penal a cambio de no ser procesada. En este caso, el empleado testificó ante un gran jurado federal que en julio presentó una nueva acusación contra Trump, Nauta y otro empleado de Mar-a-Lago, Carlos De Oliveira. Acusó a los tres hombres de conspirar para borrar imágenes de vigilancia de la propiedad. Los tres se han declarado inocentes.
El funcionario de TI (identificado en los documentos judiciales como ‘Empleado 4’) alega que De Oliveira (administrador de la propiedad de Mar-a-Lago) le comunicó que “el jefe” quería que se borraran las imágenes de vigilancia. Habría que destacar que el Departamento de Justicia no alega que las imágenes llegaran a borrarse. De hecho, imágenes de seguridad que al parecer muestran a Nauta trasladando cajas a un almacén, constituyen una prueba crítica en el juicio.
El equipo del fiscal especial, Jack Smith, afirmó en una presentación judicial el mes pasado que el empleado de TI se había retractado de un “falso testimonio previo”. El empleado tomó la decisión después de que se le señalara el verano pasado un posible conflicto de intereses a raíz de la representación de Nauta por parte de Woodward. Según los fiscales, el empleado en cuestión cambió de abogado y proporcionó información nueva e incriminatoria en el período previo a la nueva acusación en julio.
En un comunicado presentado ante el tribunal esta semana, Woodward rechazó esa versión de los hechos. Afirmó que le resultaba grata el hecho de que su cliente tuviera un nuevo abogado de la oficina del defensor federal. Además, declaró que a su cliente se le había ofrecido un acuerdo de cooperación de inmediato cuando éste manifestó su deseo de cambiar de abogado.
Por otra parte, Woodward aseguró que su cliente había insistido de forma explícita en que no le habían preparado para testificar de forma falsa.
Traducción de Anna McDonnell