En un caso histórico, 6 jóvenes activistas se enfrentan a 32 países europeos por acciones climáticas
Seis jóvenes portugueses argumentarán el miércoles ante la Corte Europea de Derechos Humanos que los gobiernos europeos no hacen suficiente para proteger a la gente de los efectos perjudiciales del cambio climático, en una nueva y gran iniciativa de activistas para llevar a los gobiernos a los tribunales y forzar medidas climáticas.
Los abogados que representan al grupo de adultos jóvenes y menores alegarán que los 32 gobiernos europeos a los que demandan no han hecho frente de forma adecuada al cambio climático y por lo tanto violaron algunos de sus derechos fundamentales.
“Este es de verdad un caso de David contra Goliat”, dijo Gearóid Ó Cuinn, director de la organización sin fines de lucro Global Legal Action Network, que ha reunido fondos para apoyar al grupo.
“No tiene precedentes en su escala ni en sus consecuencias”, afirmó. “También hace historia legal. Nunca antes tantos países han tenido que defenderse ante una corte, en ninguna parte del mundo”.
Aunque se han presentado con éxito casos climáticos en instancias nacionales y regionales —un grupo de jóvenes ambientalistas ganó un caso similar en Montana hace poco— el equipo legal de los activistas dijo que como la jurisdicción nacional no iba lo bastante lejos para proteger sus derechos, el grupo decidió llevar el asunto a la corte con sede en Estrasburgo.
Alegan que se están violando sus derechos a la vida, la privacidad y la vida familiar, así como a vivir libres de discriminación, y confían en que un fallo favorable obligue a los 27 miembros de la Unión Europea, así como Reino Unido, Suiza, Noruega, Rusia y Turquía, a acelerar sus esfuerzos climáticos como construir infraestructura de energías renovables y reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Las decisiones de la corte son legalmente vinculantes para los países miembros, y su incumplimiento expone a las autoridades a cuantiosas multas decididas por la corte.
“Este juicio sería como un tratado vinculante impuesto por la corte sobre los demandados, que les requiere acelerar con rapidez sus esfuerzos de alivio climático”, explicó el abogado Gerry Liston. “En términos legales, sería decisivo”.
Pero los demandantes, que tienen entre 11 y 24 años y no piden indemnizaciones económicas, tendrán que convencer a los jueces de que se han visto lo suficientemente afectados para que se les considere víctimas. El grupo también tendrá que demostrar ante la corte que los gobiernos tienen un deber legal de asegurarse de que el calentamiento global se mantiene en 1,5 grados Celsius (2,7 grados Fahrenheit) desde la era preindustrial, en línea con los objetivos del acuerdo climático de París de 2015.
La ciencia está del lado de los activistas.
El mundo está muy alejado de su objetivo de limitar el calentamiento a 1,5 grados Celsius, según los científicos, con previsiones de que al ritmo actual de calentamiento y teniendo en cuenta los planes de reducción de emisiones, la temperatura media global suba entre 2 y 4 grados Celsius (de 2,6 a 7,2 grados Fahrenheit) para 2100.
Conforme se calienta el mundo, los científicos climáticos predicen fenómenos meteorológicos más frecuentes y extremos, como inundaciones y precipitaciones más fuertes, sequías y olas de calor prolongadas o tormentas cada vez más intensas.
En una conferencia de prensa antes de la vista, los activistas dijeron que el cambio climático afecta a sus vidas cotidianas y sus estudios, y perjudica su salud física y psicológica.
Los jóvenes acudieron a los tribunales tras una serie de incendios forestales mortales en el centro de Portugal, donde viven cuatro de ellos, en 2017.
“Un día hay 43 grados (109 F) y al día siguiente granizo, y eso es peligroso porque no podemos predecir lo que va a ocurrir”, explicó André Oliveira, de 15 años. La ola de calor que golpeó Portugal en mayo afectó a sus estudios, añadió.
“Tenía exámenes e intenté estudiar para ellos, pero es difícil concentrarse”, dijo André. “Y no son sólo los efectos físicos. La crisis climática afecta a nuestra salud mental porque nos preocupa nuestro futuro. ¿Cómo no íbamos a asustarnos?”.
La hermana de André, Sofia, dijo que su hermano tiene asma y no podía salir sin sentirse asfixiado cuando las temperaturas alcanzaron los 30 C (86 F) en invierno este año, una cifra inusualmente alta.
“Los gobiernos de todo el mundo tienen el poder de detenerlo, y los gobiernos europeos deciden no detenerlo”, dijo una de los demandantes, Catarina dos Santos Mota, de 23 años. “Desde que comenzamos nuestra demanda, hemos visto el impacto de la crisis climática empeorar más y más. En 2023, julio fue el mes más caluroso jamás registrado. Es terrorífico pensar que esto es sólo el principio”.
Se trata del primer caso climático presentado ante esa corte. Desde entonces se han presentado otras dos demandas, una de una asociación de mujeres mayores contra Suiza, y otra de un parlamentario francés contra Francia.
Se espera que la decisión tome varios meses. Todavía no está claro si la corte presentará su decisión sobre los tres casos climáticos a la vez.
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