Granjas de alto rendimiento dejarían más espacio para regeneración y biodiversidad, según estudio
Un estudio de una década encuentra que la 'conservación de la tierra' es más efectiva que buscar una agricultura amigable con la vida silvestre, como explica Harry Cockburn
Los agricultores se encuentran bajo una presión cada vez mayor para permitir mayores niveles de biodiversidad en sus tierras, pero una nueva investigación sugiere que un mejor enfoque podría ser concentrar las granjas de alto rendimiento en áreas más pequeñas lo que permitiría que "mucha más" tierra sea repoblada sin dejar de satisfacer los objetivos alimenticios del futuro.
Basado en más de una década de investigación realizada por académicos de la Universidad de Cambridge, el estudio sugiere que a la mayoría de las especies les iría mejor con un enfoque de "conservación de la tierra" en vez de que los agricultores intentaran compartir la tierra con la naturaleza.
“La agricultura amigable con la vida silvestre todavía daña la mayor parte de la biodiversidad y requiere mucha más tierra para producir la misma cantidad de alimentos”, dijeron los investigadores.
Dirigido por Andrew Balmford, profesor de ciencias de la conservación en Cambridge, el equipo evaluó más de 2.500 especies individuales de plantas, insectos y vertebrados de los cinco continentes y también descubrió que este enfoque también resultaría en la captación de mayores cantidades de carbono, lo que ayudaría con el problema de la crisis climática, y podría beneficiar a la vida marina si se aplicaran técnicas similares a los océanos.
“Descubrir cómo alimentar, vestir y proporcionar energía a 11 mil millones de personas sin causar la extinción masiva de especies y arruinar el clima es el mayor desafío de este siglo”, dijo el profesor Balmford.
"Preservar una vida diversa mientras se satisfacen las necesidades de la humanidad significará hacer enormes concesiones, pero la evidencia está comenzando a apuntar en una dirección".
La investigación expone el caso para asegurar los niveles más altos de producción que podamos obtener, tanto de la tierra como del agua, ya cultivados. Esto con el fin de preservar la vida salvaje restante de "vacas, arados, motosierras y redes de arrastre".
“A la mayoría de las especies les va mucho mejor si los hábitats se dejan intactos, lo que significa reducir el espacio necesario para la agricultura. Por lo tanto, las áreas que se cultivan deben ser lo más productivas posible”, dijo el profesor Balmford.
Los investigadores notaron que algunos animales de granja prosperan en tierras agrícolas tradicionales, sobre todo en Europa, donde el pastoreo ligero del ganado puede imitar la "perturbación" que alguna vez causaron los grandes mamíferos prehistóricos y crear hábitats para muchas especies que de otra manera luchan para sobrevivir.
Esto significa que se debe tener en cuenta la agricultura de bajo rendimiento, aunque a pequeña escala, dijeron los investigadores.
La NFS (Estrategia Nacional de Alimentos) encargada por el gobierno del Reino Unido, publicada en el verano, ya recomendó el modelo de "tres compartimentos" del profesor Balmford: aprovechar la agricultura de alto rendimiento para dejar espacio para muchos más hábitats protegidos, con focos de agricultura tradicional para preservar las especies asociadas a las tierras agrícolas. Esto debería constituir la base de un nuevo “marco de uso de la tierra rural”.
La NFS destaca que alrededor del veintiuno por ciento de la tierra cultivada en Inglaterra necesitará ser regenerada en cierta medida o utilizada para biocombustible si el Reino Unido quiere cumplir con sus objetivos de cero emisiones de carbono, y también señala que todo el tercio inferior de la tierra cultivada produce solo el quince por ciento de la producción agrícola inglesa.
La última investigación del profesor Balmford resume una década de investigación global sobre las compensaciones entre la producción de cultivos y la biodiversidad.
Esto incluye estudios dirigidos por Cambridge sobre especies de aves y árboles en la India y África occidental, que concluyen que, si bien todas las especies son "perdedoras" si se cumplen los objetivos alimentarios de mediados de siglo, más especies "obtienen los resultados menos malos" en condiciones extremas de conservación de la tierra, donde la agricultura concentrada deja más espacio para un hábitat más natural.
“Los colegas han replicado estos hallazgos en sitios de campo que van desde México y las Pampas hasta Colombia y Kazajstán”, dijo el profesor Balmford.
“La mayoría de las especies están especializadas en entornos particulares. Incluso las perturbaciones menores reducen sus poblaciones. Es por eso que tantas especies declinan incluso con una agricultura más suave".
La investigación sugiere que retener los paisajes silvestres existentes y aumentar los hábitats para crear parches de naturaleza junto con áreas agrícolas de alto rendimiento no solo preservará especies en áreas aisladas, sino que les permitirá "sembrar" y repoblar regiones y naciones enteras.
El equipo de investigación destacó el éxito de solo cuatro kilómetros cuadrados de humedal restaurado cerca de Lakenheath, en el este de Inglaterra. Cubierto con campos de zanahorias en 1995, el sitio es ahora una "plataforma de lanzamiento" para las garzas que se están extendiendo hacia el norte debido a la crisis climática, y también es el hogar de las primeras grullas reproductoras vistas en The Fens durante más de trescientos años.
Además de aumentar la biodiversidad, la técnica de "preservación de la tierra" podría ayudar a abordar la crisis climática, ya que los niveles de almacenamiento de carbono serían más altos si la producción de alto rendimiento permitiera que más vegetación natural regresara a otros lugares.
Investigaciones anteriores del profesor Balmford sugieren que si el treinta por ciento de la tierra del Reino Unido se reservara para bosques y humedales, podría almacenar suficiente carbono para compensar casi todas las emisiones de la agricultura del Reino Unido para 2050, y también proporcionaría "un impulso colosal a la vida silvestre británica".
Pero también advirtió que el apoyo para concentrar la agricultura en áreas más pequeñas y dejar que otras tierras sean repobladas "no es un respaldo incondicional a la producción industrial".
Dijo que aumentar los rendimientos agrícolas también significa apoyar a los pequeños agricultores y adoptar la ciencia agrícola basada en la naturaleza.
También dijo que si su visión es ganar terreno, entonces la presión pública sobre las empresas y el gobierno para que se comprometan a preservar la tierra para la naturaleza "será vital".
“No se puede convencer a las personas de que salven la naturaleza si tienen hambre. Necesitamos asegurarnos de que podemos cosechar lo suficiente de la biosfera mientras preservamos el planeta”, dijo el profesor Balmford.
"La conservación tiene que ser pragmática si queremos interrumpir una catástrofe ecológica".
La investigación se publica en el Journal of Zoology .