Huracán Lee pone a millones en alerta mientras acecha a Nueva Inglaterra y Canadá
Millones de personas estaban bajo alerta o aviso por tormenta el sábado a medida que el huracán Lee se aproximaba a Nueva Inglaterra y al este de Canadá con fuertes vientos, marejadas y lluvias.
Los cruceros se resguardaban en amarraderos en Portland, Maine, mientras que los pescadores de langostas en Bar Harbor y en otros lugares sacaban sus costosas trampas del mar y llevaban sus embarcaciones a tierra, lo que dio un aspecto fantasmal a algunos muelles.
Trabajadores del sector eléctrico de lugares tan lejanos como Tennessee se alistaban para reparar los daños que pueda causar Lee, que el viernes en la noche seguía siendo un huracán de categoría 1 con vientos de 128 kilómetros por hora (80 millas por hora).
Se espera que la tormenta roce la costa de Nueva Inglaterra antes de tocar tierra más tarde el sábado en la provincia canadiense de Nueva Escocia, que junto con Nueva Brunswick se llevarán la peor parte. Pero los efectos del meteoro podrían sentirse en una zona mucho más amplia. El Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) prevé que sus vientos huracanados se extiendan más de 161 kms (100 millas) desde el vórtice, con rachas menores, pero aún peligrosas, con fuerza de tormenta tropical en un radio de hasta 555 kms (345 millas).
Las autoridades declararon el estado de emergencia en Massachusetts y Maine, el estado con más bosques del país, donde el terreno está saturado y los árboles debilitados luego de las intensas lluvias estivales.
Lee ya azotó las Islas Vírgenes de Estados Unidos, las Bahamas y las Bermudas antes de virar hacia el norte, donde podría causar “marejadas y condiciones de resacas potencialmente letales” en Estados Unidos y en Canadá, según el NHC.
En zonas de la costa de Maine podrían registrarse olas de 4,5 metros (15 pies) de alto que causarán erosión y daños, y los fuertes vientos podrían provocar según Louise Fode, del Servicio Meteorológico Nacional en el estado. En el este, donde hay un aviso activo por inundaciones repentinas, se esperan hasta 12 centímetros (5 pulgadas) de lluvia.
En Canadá, Ian Hubbard, meteorólogo de la agencia de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá y del Centro Canadiense de Huracanes, dijo que Lee no será tan devastador como los remanentes del huracán Fiona, que arrojaron casas al océano, interrumpieron el suministro eléctrico en dos provincias y arrastraron a una mujer hacia el mar hace un año.
Pero sigue siendo una tormenta peligrosa. Kyle Leavitt, director de la Organización de Gestión de Emergencias de Nueva Brunswick, pidió a los habitantes que se queden en sus casas: “Nada bueno puede resultar de salir a ver las grandes olas y lo fuerte que es el viento”.
Los huracanes destructivos son relativamente inusuales tan al norte. En 1938, el Gran Huracán de Nueva Inglaterra dejó rachas de hasta 300 km/h (186 mph) con vientos sostenidos de 195 km/h (121 mph) en el Observatorio Blue de Massachusetts. Pero en los últimos años no se han registrado tormentas tan potentes.
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Sharp y Whittle informaron desde Portland. El periodista de The Associated Press Rob Gillies en Toronto contribuyó a este despacho.