Petroleras en cumbre climática prometen reducir metano; según ambientalistas, es una cortina de humo
Cincuenta empresas petroleras que representan casi la mitad de la producción mundial se han comprometido a reducir las emisiones de metano a casi cero y poner fin al quemado en antorcha rutinario para 2030, dijo el presidente de la cumbre climática de Naciones Unidas el sábado. Grupos ambientalistas calificaron el anuncio de “cortina de humo”.
Sultan al-Jaber es el presidente de la cumbre climática llamada COP28 y a la vez director general de la Abu Dhabi National Oil Co. Tanto él como otros insisten en que su trayectoria le permite traer a las petroleras a la mesa de negociaciones. Al-Jaber sostiene que la presencia del sector es crucial para reducir las emisiones de gases de invernadero casi a la mitad en siete años, con el fin de limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius (2,7 Fahrenheit) por encima de la era preindustrial.
Grandes empresas nacionales como Saudi Aramco, Petrobrás de Brasil y Sonangol de Angola, así como las multinacionales Shell, TotalEnergies y BP, entre otras, firmaron el compromiso.
“El mundo no funciona sin energía”, dijo al-Jaber. “Pero el mundo colapsará si no arreglamos las energías que usamos hoy, mitigamos sus emisiones a escala de gigatonelada y efectuamos rápidamente la transición a las alternativas de cero carbón”.
Como si se anticipara a las críticas, al-Jaber añadió: “¿Basta con esto? Escúchenme hasta el final, por favor. No, no basta con esto. Lo digo con toda pasión y convicción. Sé que se puede hacer mucho más”.
El metano puede ser liberado en varias etapas de las operaciones de una empresa de petróleo y gas, desde la fracturación hidráulica (fracking) hasta la producción, transporte o almacenamiento del gas natural. En un período más breve, es 80 veces más poderoso que el dióxido de carbono, el gas de invernadero responsable, por encima de los demás, del cambio climático.
En los meses previos a COP28 se dijo que uno de los resultados más importantes sería el relacionado con el metano. Las filtraciones, el quemado en antorcha, que es la quema del exceso de metano, y la desgasificación contribuyen al cambio climático, pero estos problemas se pueden resolver en gran medida con las tecnologías actuales y cambios en las operaciones. Las empresas de petróleo y gas podrían haber tomado esas medidas hace años, pero optaron por ampliar la producción antes que concentrarse en sus subproductos.
El acuerdo sobre metano representaba un aporte potencialmente significativo a la lucha contra el cambio climático que mantiene el estatus quo para el sector petrolero. Los grupos ambientalistas no demoraron en atacarlo.
El compromiso es una “cortina de humo para ocultar la realidad de que debemos reducir gradualmente el consumo de petróleo, gas y carbón”, dice una carta firmada por más de 300 grupos de la sociedad civil.
Marcelo Mena, director general del Global Methane Hub, una alianza de organizaciones dedicadas a reducir las emisiones de metano, rechazó el concepto de que los compromisos de reducir la emisión de metano sean una manera de demorar la eliminación gradual de los combustibles fósiles.
“No permitiríamos a las empresas petroleras seguir echando metano al océano hasta la eliminación final, ¿por qué habríamos de permitirles filtrar metano para superalimentar el cambio climático?”, dijo Mena, exministro de ambiente de Chile.
Con todo, dijo Mena, el autocontrol no basta para impulsar a las empresas de petróleo y gas a aplicar los cambios. En cambio, ponerle un precio a la contaminación o excluir a las empresas de los mercados que requieren estándares más altos y menores filtraciones, provocaría forzosamente un cambio.