Presidente de Brasil habla sobre el clima ante la ONU, pero incendios en su país afectan su mensaje

Mauricio Savarese,Diarlei Rodrigues
Martes, 24 de septiembre de 2024 13:03 EDT
ONU-BRASIL-CAMBIO CLIMÁTICO
ONU-BRASIL-CAMBIO CLIMÁTICO (AP)

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dio inicio el martes a la Asamblea General de la ONU con un llamado al mundo a hacer más para combatir el cambio climático. Mencionó los incendios que devastan el bosque tropical de su país —pero no el hecho de que estos se suman a las críticas sobre la administración ambiental de su propio gobierno.

En la Amazonía brasileña se produjeron 38.000 incendios el mes pasado, la mayor cantidad en cualquier mes de agosto desde 2010, según datos del instituto espacial del país. Septiembre está en vías de repetir esa ignominiosa hazaña. El humo ha sofocado a los residentes de muchas ciudades, entre ellas, la metrópolis de Sao Paulo, situada a miles de kilómetros (millas) de distancia. Lula ha atribuido los incendios a la sequía y a los criminales, y propuso castigos más severos para los delincuentes ambientales.

“Amazonia atraviesa su mayor sequía en 45 años. Los incendios forestales que se propagan por el país ya han devorado 5 millones de hectáreas (19.300 millas cuadradas) tan sólo en agosto”, dijo en Nueva York. “Mi gobierno no huye de su responsabilidad ni abdica a su soberanía. Ya hemos hecho mucho, pero sabemos que se necesita hacer mucho más”.

Sin embargo, la aplicación de la ley se vio obstaculizada por una huelga de seis meses en el organismo regulador ambiental Ibama, que terminó en agosto —tres meses después de que su administración supo que había un riesgo significativamente mayor de incendios en medio de la histórica sequía.

Al mismo tiempo, miembros de su gabinete han presentado visiones contrastantes sobre las políticas ambientales y energéticas. Y la retórica de Lula sobre el aprovechamiento de reservas petroleras cerca de la boca del río Amazonas ha preocupado a los ambientalistas, que desean que Brasil impulse una transición mundial hacia las energías limpias. Este mes, prometió pavimentar un camino en la Amazonía que, según los expertos, fomentará la deforestación.

En su presidencia anterior, entre 2003 y 2010, Lula habló repetidamente sobre el cambio climático, colocando a Brasil como un modelo de la conservación para el futuro y culpando a los países ricos de contaminar al planeta y de no ayudar a los países en desarrollo a conserva sus bosques. En 2022, hizo campaña presentándose como una alternativa ambiental de su predecesor, Jair Bolsonaro, cuya retórica avivó la destrucción en la Amazonía. Una vez que llegó al poder, el gobierno de Lula redujo significativamente la deforestación ilegal en esa zona durante su primer año en el gobierno.

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